A las afueras del río Prypiat, ubicado en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, se espera que se mantengan las conversaciones entre Kiev y Moscú; este encuentro no tendrá condiciones previas.
Previamente, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, no había aceptado sentarse a dialogar en el territorio bielorruso, ya que es conocido que el líder de aquel país, Aleksandr Lukashenky, apoya la invasión de Rusia a la nación vecina.
Así, el mandatario ucraniano había insistido en ofrecer a Moscú otros foros como Polonia, Turquía o Azerbaiyán. “Varsovia, Estambul, Bakú: hemos ofrecido a Rusia mantener conversaciones en estas ciudades, o en cualquier otra ciudad donde no se estén lanzando misiles contra Ucrania“, indicó Zelenski.
Sin embargo, Zelenski luego de mantener una conversación telefónica con Lukashenky acordó enviar una delegación ucraniana de alto nivel. “Ha asumido la responsabilidad (Aleksandr Lukashenky) de garantizar que todos los aviones, helicópteros y misiles estacionados en territorio bielorruso permanezcan en tierra durante el viaje, las conversaciones y el regreso de la delegación ucraniana“, señaló.
Por su parte, la delegación del Kremlin llegó hasta Bielorrusia, específicamente a las afueras de Gómel, informó el jefe del grupo ruso, Vladímir Medinski, conforme a lo acordado con los ucranianos.
Ahora ambos países han alcanzado por fin un acuerdo y celebrarán dicho encuentro en la frontera con Bielorrusia en un intento por alcanzar la paz y ponerle fin a la invasión rusa que se inició tras el reconocimiento ruso de la independencia de las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk.