El superdeportivo de la marca alemana, que vio la luz en 2006 y marcó un punto de inflexión en los autos deportivos junto a la Ferrari 458 Italia, está cada vez más cerca de su extinción.
El año pasado, Audi presentó el R8 V10 GT RWD, una edición especial que ya presagiaba que el modelo se acercaba al final de su producción. Para la tristeza de los más puristas, el motor V10 de 5.2 litros que monta el R8, va rumbo a la desaparición.
Los de Ingolstadt todavía no han dicho nada, pero el fabricante alemán está comprometido en fabricar solo modelos eléctricos a partir de 2026. Es probable que las nuevas baterías de estado sólido que está desarrollando el Grupo Volkswagen, que son más ligeras que las de tipo líquido actuales y más rápidas de cargar, sean montadas en las futuras generaciones del R8.
Lo mismo pasará con el primo del R8, el Lamborghini Huracán, que monta el mismo motor V10 5.2 del Audi. La marca italiana ya anunció un sucesor, el Lamborghini Revuelto, y la propulsión vendrá de la mano de un V8 híbrido enchufable, lo cual hace aún más evidente, el fin de la era del motor de 10 cilindros en V.
