El Seremi de Salud de la región Metropolitana ha estado recorriendo diversos sectores de Santiago para fiscalizar los disfraces y máscaras que se están comercializando a raíz de Halloween.
Las autoridades han tomado muestras para someterlos a una prueba de laboratorio que permita establecer el riesgo de inflamabilidad en las telas de los disfraces y en las gomas de las máscaras.
La prueba se realizó en el Laboratorio Textil de la Universidad de Chile, donde se midió la velocidad de propagación de la llama cuando entra en contacto con el material. La norma indica que esta debe fluctuar en una tela entre los 10 y los 30 milímetros por segundo.
El Seremi de Salud, Dr. Carlos Aranda, señaló que los disfraces “se deben comprar en un lugar establecido y su rotulado debe ser en español, con letra visible, mencionando el nombre genérico del producto, razón social del fabricante o importador, país de origen y edad recomendada para su uso. Tiene que señalar si debe contar con la supervisión de un adulto e incluir la advertencia ‘mantener alejado del fuego’”, para enfatizar que “jamás un menor de edad debe usar un disfraz que señale en su etiqueta Producto Inflamable”.
Estas fiscalizaciones se han realizado en importadoras y distribuidoras, supermercados, multitiendas, fabricantes y otros locales comerciales.