El defensor público regional de La Araucanía, Renato González, informó que la machi Francisca Linconao abordó un vuelo LAN en La Paz con destino a Chile, por lo cual solicitó una nueva audiencia para fijar medidas cautelares.
La machi no llegó a la audiencia de hoy en el Tribunal Oral Penal de Temuco, como tampoco lo hicieron algunos de los 11 comuneros que deberán ir a un nuevo juicio oral en el caso Luchsinger-Mackay, tras la anulación del primero.
La Fiscalía Regional de La Araucanía no se opuso a que el tribunal fije una nueva audiencia en el caso de la machi, en principio para este jueves, pero pidió órdenes de detención para los comuneros que no se presentaron a la audiencia de hoy, a lo que accedió el tribunal.
Además, la fiscalía confirmó que pedirá reponer las prisiones preventivas de los nueve comuneros que se encontraban sujetos a esa medida cautelar al momento del primer juicio. Tanto la machi como el acusado José Peralino estaban con arresto domiciliario total.
En la audiencia de hoy, el defensor regional informó que la machi había abordado un vuelo en la capital boliviana a las 11:30 horas y que arribaría a Santiago alrededor de las 15:30. A Temuco, en tanto, llegaría en la noche.
El defensor también expuso que anoche murió Antonio Linconao, hermano de la machi y que su funeral se efectuará el viernes, por lo que solicitó nueva audiencia para fijar medidas cautelares en su caso. La fiscalía no se opuso y adelantó que solicitará su arraigo nacional.
Luego del fallo absolutorio del Tribunal Oral Penal de Temuco, dictado en sentencia el 14 de diciembre, se revocaron todas estas medidas cautelares, situación que cambió el 29 de diciembre pasado, cuando la Corte de Apelaciones de Temuco anuló el juicio y ordenó uno nuevo.
De esta forma, en la audiencia de hoy el tribunal deberá pronunciarse sobre la situación de los comuneros José Tralcal, Luis Tralcal, Aurelio Catrilaf, Hernán Catrilaf, Sabino Catrilaf, Juan Tralcal, Sergio Catrilaf, Eliseo Catrilaf, José Manuel Peralino, José Córdova y la machi Francisca Linconao.
Las medidas que podrían decretarse van desde un simple arraigo nacional, para asegurar la comparecencia de los acusados al nuevo juicio fijado para el próximo 26 de febrero, hasta las prisiones preventivas por riesgo de fuga.
Los 11 están acusados por el incendio con carácter terrorista en que murieron Werner Luchsinger y y su esposa Vivian Mackay, el 4 de enero de 2013 en Vilcún.
Para 10 de los acusados, incluida la machi, la fiscalía pide presidio perpetuo calificado, esto es, un mínimo de 40 años de cárcel antes de recibir cualquier beneficio penitenciario. Además, para Sabino Catrilaf se piden otros 3 años y 541 días de cárcel por dos delitos de porte ilegal de armas y municiones.
En el caso de José Peralino Huinca, la fiscalía pide sólo 10 años de presidio por su colaboración con la investigación. Su confesión en octubre de 2015 permitió la detención de los imputados, aunque posteriormente se desdijo y su defensa alegó que su confesión se obtuvo mediante vulneración de derechos. Sin embargo, el tribunal la validó como prueba en el juicio.
El único condenado hasta el momento es el machi Celestino Cerafín Córdova Tránsito (30), sentenciado a 18 años de cárcel en fallo confirmado por la Corte Suprema el 13 de mayo de 2014. La noche de los hechos, Celestino Córdova fue detenido por carabineros herido y a 1.750 metros de distancia de la casa de los Luchsinger-Mackay. En su caso, la fiscalía también pidió presidio perpetuo calificado por delito terrorista, lo que no fue concedido por los tribunales.