Paul Plaza/Aton Chile
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El coordinador del Estado para la visita del papa Francisco en el país, Benito Baranda, afirmó que el obispo de Osorno, Juan Barros, sindicado como uno de los encubridores de los abusos sexuales cometidos por Fernando Karadima, “debería haber dejado de ser obispo hace mucho tiempo”.

Baranda afirmó que “el daño que le está provocando a la iglesia es muy grande y existen hechos contundentes que se los entregaron al papa y me imagino que en el entorno del papa alguna de las personas que influyen desde Chile para su opinión e información tomó esa decisión y él da esa respuesta”.

A juicio del coordinador de la visita papal, a las víctimas de Karadima “no se les creyó desde el principio, por lo menos en los ámbitos de la iglesia”.

Por esto, acotó, el apoyo que entregó ayer el sumo pontífice a Barros “vuelve a reflotar esa sensación de no credibilidad, de exageración o engaño, lo que es mucho más grave; como cuando un niño declara que ha sido abusado y por ser niño no se le cree. A estas personas se las ha tratado así”.

En cuanto al perdón del papa ante los abusos sexuales cometidos por los miembros de la iglesia católica, Baranda aseguró que “no conozco en alguna de las visitas de este papa, del papa anterior o de Juan Pablo II, que dentro de un Palacio de Gobierno haya pedido perdón a la ciudadanía, con la Presidenta presente y todos los poderes del Estado y el cuerpo diplomático, por acciones cometidas por personas que son miembros de su iglesia”.

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