Tras el ascenso de la nueva general de Orden y Seguridad, Pamela Olivares Peña, al alto mando, tras la orden del general director de Carabineros, Hermes, Soto, una serie de movimientos en el rango de los coroneles de la institución se ha empezado a suscitar.
Esto, y tal como informó El Mercurio, debido a que 108 funcionarios de ese rango que le antecedían en antigüedad, deberán poner su cargo a disposición del general Soto.
Y es que a Olivares, quien se convirtió en la primera mujer del escalafón de Orden y Seguridad en ascender al cargo, le precedían dos promociones de carabineros, quienes tienen hasta mañana para enviar la carta.
“Las prefecturas se mantienen. Los coroneles que ascendieron tenían los méritos, y por esto están donde están”, afirmó el máximo jefe policial.
Respecto a los cerca de 100 efectivos que eventualmente pasarían a retiro, afirmó que “algunos de ellos van a continuar ocupando cargos de importancia y también tendrán que desarrollar algunas acciones que les permitan quizás ser considerados por el futuro alto mando”.