“Llegamos con dolor y vergüenza”, señalaron hoy en el Vaticano los obispos Fernando Ramos y Juan Ignacio González, a nombre de la Conferencia Episcopal, previo al encuentro de tres días con el papa Francisco en las que abordarán los abusos sexuales en la iglesia católica chilena, especialmente el caso Karadima.
Ramos, obispo auxiliar de Santiago, manifestó que sienten vergüenza “porque los abusos se han producido en ambientes eclesiales, que no debieran ocurrir jamás”. El encuentro con la prensa se realizó en dependencias de la radio Vaticana.
Añadió que, al igual que el pontífice, están dispuestos a pedir perdón a las víctimas. “Jesús dijo que se debía pedir perdón siete veces, nosotros estamos dispuestos a pedir perdón 70 veces siete”, expresó.
Por su parte, González, obispo de San Bernardo, dijo desconocer si algún prelado había llegado con la renuncia ya preparada, y no descartó que el Papa pueda tomar una medida de ese tipo, pero depende solo del Pontífice.
“Cada uno tiene que discernir con el Papa, pero entre nosotros somos todos iguales, no es juicio mío juzgar a otro hermano. Pero lógico que el Papa tendrá sus ideas, y si él lo pide lo vamos a hacer”, expresó.
Manifestó que uno de los mea culpa que tienen que hacer es que no están preparados para enfrentar los abusos, que calificó como “algo inaceptable, intolerable, injustificable de todo punto de vista”.
“Tampoco teníamos la capacitación para entender qué pasa en una víctima; por qué se demora tantos años en narrar las atrocidades que ha sufrido, entender cómo se desarrolla esto en un marco de abuso de poder”, añadió.
“Por eso, quizás, hemos cometido errores y estamos aprendiendo”, concluyó.
Los 31 obispos citados están alojados en la Casa Romana del Clero y en la Casa Santa Marta, donde también se instalaron las tres víctimas de Karadima, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, para sus reuniones con el pontífice. Las reuniones se realizarán a contar de mañana, en la Aula Paulo VI del Vaticano.