Christian Iglesias/con Aton Chile
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En el comunicado dado a conocer hoy en el marco de la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del G20, que se efectúa hoy en Buenos Aires. Las seis naciones alinearon su posición.

“Los países que se suman a esta Declaración entendemos que esta elección ilegítima es una clara reafirmación de la ruptura de la institucionalidad democrática en Venezuela”, señala el documento, y continúa indicando que “ante este resultado, los Gobiernos de esta Declaración considerarán posibles medidas políticas y económico-financieras sancionatorias del régimen autoritario de Maduro, procurando en ello no afectar al pueblo venezolano, que es la primera víctima de esta ruptura de la democracia venezolana.

El canciller Roberto Ampuero reafirmó la posición del Gobierno respecto a desconocer el resultado del proceso eleccionario venezolano. “El Gobierno de Chile considera viciadas e ilegítimas las mal llamadas elecciones que tuvieron lugar ayer en Venezuela”, añadiendo que “fueron convocadas por una institución ilegítima y desconocida por gran parte de la comunidad internacional. Ampuero también reiteró la disposición a recibir a los migrantes.

El comunicado continúa indicando que “reafirmamos que la solución a la crisis de Venezuela debe ser alcanzada de forma pacífica y con el protagonismo de los propios venezolanos. La comunidad internacional debe realizar su contribución a ese fin, impulsando acciones e iniciativas que permitan restaurar la democracia y el respeto de los derechos humanos en ese país”.

También hace referencia a las oleadas migratorias que se han registrado en el país. “Más de 900.000 venezolanos han emigrado a diferentes países de nuestra región y esta situación de emergencia constituye una amenaza para la estabilidad y seguridad regional en lo sanitario-epidemiológico, migratorio, alimentario, social, educativo, etc. Los países de la región trabajamos en forma activa, junto a socios extraregionales, para hacer frente a esta dramática crisis de un pueblo hermano”.

El texto concluye declarando que “nuestros Gobiernos instan al régimen autoritario de Maduro a abandonar la indiferencia ante el sufrimiento de su pueblo, reconociendo la crisis y, ante todo, estableciendo un canal humanitario que permita, sin demoras, recibir ayuda de la comunidad internacional en alimentos y medicinas que son las necesidades cruciales de esta hora del pueblo venezolano”

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