Durante la tarde de este jueves arribaron a Osorno Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, los enviados papales que buscan solucionar la crisis de la iglesia tras las denuncias de acoso sexual, tarea que hoy los lleva a la diócesis, donde ya fue aceptada la renuncia de su obispo, Juan Barros.
A su llegada al aeródromo Cañal Bajo Carlos Hott Siebert, eran esperados por un grupo del Movimiento de Laicos Organizados, quienes los recibieron con banderas chilenas y globos verdes, como un símbolo de esperanza.
Posteriormente se dirigieron hasta la Catedral San Mateo, lugar en el que se reunieron con las agrupaciones “Fieles Católicos de Osorno” y la de “Laicos y Laicas de Osorno”.
En el templo, el sacerdote español Jordi Bertomeu, se reunió con la prensa, indicando que estaban en la diócesis al servicio del pueblo de Osorno.
Además, sostuvo que durante estas dos jornadas que llevan en Chile esta segunda misión papal, ya se han reunido con 94 víctimas de abusos sexuales al interior de la institución eclesiástica.
Respecto a la división que existe al interior de la Diócesis en la zona, el sacerdote reconoció que esto es normal, tal como ocurre en distintas instancias de la vida.
Asimismo explicó que se tiene pensado realizar una misa de reparación para los afectados, pero no entregó más detalles sobre la instancia.