Karin Pozo/Aton Chile
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La seremi de Salud de la Región Metropolitana, Rosa Oyarce -en compañía de los senadores Guido Girardi y Francisco Chahuán (dos de los autores de la denominada “ley de Etiquetados)-, fiscalizó productos envasados con el objetivo de corroborar la presencia de los “sellos negros de advertencia” en los productos que superen los límites de los denominados “nutrientes críticos”, debido a las nuevas disposiciones reglamentarias que entraron en vigencia ayer.

Durante la inspección en dos servicentros, Oyarce dio pie al inicio de un sumario a uno de los locales.

En el marco de la indagatoria en terreno, las autoridades encontraron cereales y sándwiches envasados que no se ajustaban a la actual normativa: Tenían sellos, pero eran insuficientes de acuerdo a los nuevos limitantes, por lo tanto debían exhibir más discos negros. En el caso del cereal, faltaba el de “Alto en Calorías” y en el sándwich no estaba presente el “Alto en Sodio”, situación que provocó el inicio del sumario sanitario al local de expendio donde se contataron las irregularidades.

La Seremi Oyarce recalcó que “algunos productores tendrán que reducir sus niveles de nutrientes críticos o empezar a rotular con los sellos de advertencia a los productos que antes no rotulaban”.
En comparación a los límites anteriores, los actuales márgenes en comida sólida, se reducen a 15 gramos de azúcares (antes era de 22,5 gramos), 300 kilocalorías (antes eran 350 kcal), 5 gramos de grasas saturadas (en 2016 eran 6) y 500 milígramos de sodio (anteriormente, el límite era 800), todo por cada 100 gramos de alimento.

En líquidos la reducción es de 5 gramos de azúcar (antiguamente eran 6 gramos), 80 kilocalorías (antes eran 100 kcal.), las grasas saturadas y el sodio en líquidos se mantienen iguales que en la normativa anterior; con 3 gramos en grasas y 100 milígramos en sodio, todo por 100 mililitros del alimento.

Además de los nuevos límites, la segunda fase del reglamento prohíbe totalmente la publicidad de alimentos “altos en” desde las 06:00 y las 22:00 horas en TV y cine, aunque no estén dirigidos a menores de 14 años. Junto con ello, toda publicidad de estos productos deben contener el mensaje: “Prefiera alimentos con menos sellos de advertencia”.

Oyarce evaluó de forma positiva el impacto que la ley ha tenido en la población desde su implementación, porque “entrega información importante a las personas sobre la cantidad adicionada de sodio, grasas saturadas o azúcares en un alimento. La población ya tiene claro, que si el producto posee sellos negros su consumo en exceso provoca daños a la salud”.

“Estamos muy satisfechos por el cumplimiento de gran parte de la industria, la que desde la entrada en vigencia de la Ley, en 2016, ha bajado sus niveles de sodio, grasas saturadas y azúcares, lo que contribuye a mejorar los alarmantes índices de obesidad y sobrepeso, ya que casi el 11% de los niños menores de 6 años son obesos y casi un 24% tienen sobrepeso en nuestro país”, agregó.

Junto con ello, la autoridad manifestó que “cuando impedimos que la comida con sellos esté presente en entornos educacionales, estamos asegurando una oferta saludable de alimentos al interior de los establecimientos de prebásica, básica y media, lo que evita la normalización de esta comida ‘chatarra’ en nuestros niños y niñas. Además, con la ley se ha protegido a los menores de catorce años de edad a la sobreexposición a la publicidad, prohibiendo comerciales de alimentos con sellos, que elevan los preocupantes índices chilenos de obesidad infantil”.

Desde la puesta en marcha de la ley, la Seremi ha realizado 829 fiscalizaciones en establecimientos educacionales, supermercados y a publicidad en medios de comunicación masiva. Se han iniciado 171 sumarios sanitarios, donde la mayor deficiencia radica en la presencia de productos “Altos en” en establecimientos educacionales, falta de rotulación en supermercados y puntos de venta, además de publicidad que vincula caricaturas o ganchos comerciales con alimentos “Altos en”.

La implementación de la ley 20606 ha sido progresiva en el tiempo y para junio de 2019, los límites se reducirán aún más para quedar finalmente establecidos. Según Rosa Oyarce, “la ejecución gradual de la normativa ha favorecido que se vaya asentando en el conocimiento de las personas y mejorando el cumplimiento por parte de la industria, ya que ha otorgado tiempo para adecuarse a sus disposiciones”.

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