FRANCISCO FLORES SEGUEL/AGENCIAUNO
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Los efectos de la huelga legal de los trabajadores de la Clínica Dávila serán fiscalizados por el Servicio Nacional del Consumidor, informa esta mañana el diario “La Tercera”.

“Esto nos tiene muy angustiados, porque no puedo decir ‘hija, no nazcas todavía’. Ella puede venir en cualquier momento y yo ahora, a último minuto, debo buscar un centro de salud para recibirla”, relató Nicole Escobar, paciente con 39 semanas de embarazo, afectada por el cierre de la urgencia materna de Clínica Dávila.

Carolina Naveillán se sumó a los reclamos: “Mi papá tiene 84 años, está con riesgo vital por una insuficiencia cardíaca y renal, descompensada. La clínica nos informó que había que trasladarlo lo antes posible, porque no van a contar con personal para darle el cuidado que necesita, mientras que la orden de la isapre es no hacerlo, pues perderíamos los beneficios”, contó

El cierre de las urgencias pediátrica, de adultos y maternal de la Clínica Dávila, adoptado desde el pasado miércoles, ha generado numerosos reclamos entre las casi 400 personas que, a diario, llegan hasta las áreas de emergencia del recinto, viéndose impedidas para solicitar atención. A ellos se suman los casos de pacientes que han sido derivados a otros centros de Santiago y que han sufrido cancelaciones de horas, exámenes y procedimientos.

La resolución del centro de salud privado se enmarca dentro de la huelga legal indefinida, en curso desde este miércoles a las 8.00 que, según los trabajadores, sacaría de funcionamiento a más de 700 profesionales de la clínica, dejando solo a unos 30 en ejercicio para cumplir con los servicios mínimos.

“El plan preventivo se inició el miércoles pasado, con el cierre de algunos servicios de urgencia y la reprogramación de diversas atenciones. Estas medidas, en gran parte ya ejecutadas, nos permiten estar tranquilos en el sentido de que la ocupación de la clínica está adecuada a los servicios mínimos que nos fueron otorgados”, informó Clínica Dávila.

El centro, que se emplaza en Recoleta, explicó, además, que “en el caso de los pacientes ambulatorios o programados, hemos sugerido consultar con su isapre o Fonasa para que se dirijan a centros donde posean la mejor cobertura posible según su plan. No obstante, hay casos de pacientes hospitalizados donde, privilegiando la seguridad, hemos coordinado la derivación directo a otros centros. En términos cuantitativos, estos casos son muy minoritarios”.

Ante estos hechos, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) determinó fiscalizar los casos de los pacientes afectados. Así, desde la entidad indicaron que “se oficiará a la institución para conocer en detalle la situación y evaluar si existe, eventualmente, algún incumplimiento a la Ley del Consumidor”.

Demanda en otras clínicas

El cierre de las urgencias de Clínica Dávila está generando una mayor demanda en las unidades de emergencia de otros recintos de la región, públicos y privados, donde han aumentado las consultas y los tiempos de espera.

Desde Clínica Indisa, por ejemplo, señalaron que “efectivamente ha aumentado el ingreso de pacientes, se podría decir que tanto en urgencia como en hospitalización. Esto se podría atribuir a la contingencia en otras clínicas y también al aumento de pacientes por estacionalidad”.

César Cortés, jefe de la Urgencia del Hospital Clínico de la U. de Chile, dijo que “hay un mayor flujo de pacientes en el servicio de urgencia, que se ha manifestado en pacientes atendidos y a hospitalizar. Uno lo puede atribuir a la contingencia de Clínica Dávila, pero también influye que estamos en invierno”. Agregó que los tiempos de espera, en adultos, han llegado a ocho y 10 horas, y a seis horas en pediatría, “tiempos no habituales para nosotros”.

En tanto, la presidenta del Colegio Médico Regional Santiago, Natalia Henríquez, sostuvo que es “equivocado trasladar una problemática interna de la clínica con sus trabajadores hacia sus pacientes cerrando los servicios de urgencia, en un momento de alta demanda por enfermedades respiratorias propias de invierno y que favorecen la exacerbación de una gran parte de patologías crónicas”.

Agregó que, “además, porque los pacientes, en su mayoría de Fonasa, van a recurrir al sistema público, que ya tiene una alta demanda y donde en el área norte solo hay un hospital base, que es el San José”, manifestó.

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