Esta tarde comenzó la discusión de la propuesta de incremento al salario mínimo entregada por el Gobierno. En una Comisión especial, fusionando Hacienda y Trabajo, el Diputado DC, Raúl Soto, reiteró su rechazo a la propuesta que pretende aumentar en $7.500 la cifra actual y lo comparó, con el dinero que está siendo entregado por la compensación de la colusión del Confort.
Al respecto, el parlamentario aseguró que la cifra propuesta “es totalmente insuficiente, es prácticamente como los $7.000 del confort para los trabajadores y trabajadoras más vulnerables de este país, es una falta de respeto”.
Soto insistió en la posibilidad de crear un debate de fondo, que incluya el tema social y el valor del trabajo de cada chileno y agregó que: “podemos alcanzar un acuerdo de aumentar en forma significativa el salario mínimo en forma gradual, en forma responsable, pero que permita tener un impacto mucho mayor, mucho más importante en la calidad de vida de los ciudadanos y ampliar el debate también al tema de la desigualdad, al tema del valor del trabajo también al tema de la justicia social, no solo a los criterios económicos”.
Asimismo, anunció nuevamente que rechazará tajantemente la propuesta y reveló las proyecciones que tiene el incremento asociado al crecimiento económico del país, asegurando que: “hoy día lo que ha dicho el gobierno es que, en el peor de los casos del crecimiento económico del país, vamos a alcanzar en el año 2023, los $300.000 de salario mínimo y en el mejor de los casos, en el año 2020”.
“Estamos a dos años, en el mejor de los casos, en el crecimiento de la economía de alcanzar la propuesta de la Democracia Cristiana, de un piso mínimo de $300.000 y por lo tanto estamos muy lejos de alcanzar un acuerdo en esta materia y la propuesta del gobierno no es viable políticamente” puntualizó el Diputado.
Finalmente el Diputado Soto afirmó que además de garantizar un piso mínimo, “esperamos que la propuesta incluya una fórmula que garantice en un plazo razonable superar la línea de la pobreza considerando el salario mínimo líquido. No podemos seguir condenando a los trabajadores y trabajadoras a la pobreza, a través de salarios mínimos precarios”.