Las denuncias realizadas por extorsión sexual a través de internet se han triplicado este 2018, en comparación con los registrados en todo el 2017.
Según datos de la PDI obtenidos por El Mercurio mediante Transparencia, en lo que va del año sea han denunciado 76 de este tipo de casos, lo que contrasta con los 29 del 2017.
El jefe de la Brigada del Cibercrimen Metropolitana, Rodrigo Figueroa, explica que “los casos pueden ser muchos más. Muchos no se atreven a hacerlo por vergüenza o por los problemas familiares que les podría traer”.
Además, las bandas especializadas en este tipo de delitos prefieren cobrar en la divisa electrónica bitcoin, debido a la dificultad que existe actualmente para rastrear los pagos en monedas virtuales.
Asimismo, Figueroa detalla que “la mayoría de los IP (protocolo de internet) nos está arrojando que corresponden a Costa de Marfil”. Las víctimas son elegidas en sitios web dedicados a contactar personas, generando relaciones más íntimas mediante mensajería, y así posteriormente chantajearlas.
Las personas que se niegan a pagar la extorsión se exponen a que los delincuentes publiquen las imágenes personales en distintas redes sociales, haciendo incluso diversas acusaciones en contra de la víctima.