Los rectores de las universidades públicas no estatales, agrupadas en el G-9, se reunieron por primera vez con la ministra de Educación, Marcela Cubillos, con el fin de pedir mayor apoyo en el presupuesto del próximo año para sus instituciones.
Según informa hoy El Mercurio, las autoridades universitarias le presentaron una carta de cuatro hojas a la secretaria de Estado. En ella detallaron la situación presupuestaria que viven sus universidades, comparando los aportes que reciben sus planteles y las casas de estudio públicas.
“Se observa que el tratamiento hacia las universidades estatales ha experimentado un crecimiento sustancialmente superior al de las universidades G-9”, señala el documento.
Luego de esta exposición, los rectores del G-9 pidieron que en el Presupuesto 2019 se dispongan alternativas específicas para mejorar los recursos que el Estado les otorga.
“Nos gustaría ver una orientación distinta a la que hemos visto en los últimos años (…). Es importante que el país genere un plan de fortalecimiento de las universidades no estatales del Consejo de Rectores”, aseguró Óscar Galindo, rector de la U. Austral y presidente del G-9, haciendo hincapié en el carácter de tradicionales y el buen desempeño que tienen sus planteles.
Los rectores plantearon que el Estado debe hacer esfuerzos en el próximo presupuesto para, por ejemplo, darles mayores aportes basales por desempeño a sus planteles, argumentando que en 2017 y 2018 recibieron una menor asignación que los estatales, que cifraron en más de $6 mil millones.
Según argumentan en la carta, existe “la necesidad de propender hacia tratamientos presupuestarios simétricos con las universidades del Estado”.
Otra propuesta es la creación de un fondo de fortalecimiento para los planteles G-9. Para esto piden que se establezca un programa para mejorar la calidad en 10 años. Algo similar creó la Ley de Universidades Estatales, que rige desde este año y entrega $300 mil millones a esas instituciones.