El abogado de Francisco Silva, acusado por el homicidio y posterior descuartizamiento del profesor Nibaldo Villegas, aseguró que su cliente no participó del asesinato, pero sí del descuartizamiento, durante la audiencia de este miércoles.
Peter Heinze, representante de Silva, señaló durante la audiencia que Silva no participó en la planificación y homicidio de Villegas, sino que arribó a la vivienda del profesor entre una y dos horas después de su muerte. Afirmó que este solo ayudó en el desmembramiento y ocultamiento del cadáver.
“Él llegó con posterioridad a la casa de Nibaldo, estaba Johanna, y él participó solamente en el descuartizamiento del cuerpo”, explicó Heinze según Radio Bío Bío.
La defensa de Francisco, explicó que su pareja, y acusada por el crimen, Johanna Hernández, escribió dos cartas a su cómplice para pedirle que se inculpara y que antes de que fueran capturados también le habría hecho este requerimiento, según una confesión de Silva en primera instancia.
“El contenido de esas cartas son cartas amorosas, que Johanna le dice a Francisco que él se eche la culpa, que se autoinculpe y que ella no tiene responsabilidad”, reveló el abogado.
El jurista fue muy enfático en asegurar que Johanna Hernández es la única culpable del homicidio, y pidió que se realizaran modificaciones a las cautelares
“El único objeto (de las cartas) es manipular, y obtener salir airosa de este asunto”, aseguró Peter, según La Cuarta.
Además, reiteró que el acusado por el crimen contra el profesor de Villa Alemana, padece de bipolaridad. “El diagnóstico actual es bipolaridad con personalidad limítrofe”, afirmó Heinze. “Escucha voces y una vez se intentó suicidar”, por lo tanto está buscando que se traslade al acusado a un hospital psiquiátrico para que se le suministren medicamentos por sus supuestos trastornos psiquiátricos. Esto va en línea con la estrategia de la defensa del acusado, para que se declare a este inimputable.
Al respecto, Edson Villegas, hermano de la víctima, dijo estar tranquilo y criticó los resquicios de la defensa al tratar de exculpar a Silva por estar enfermo: “El remedio está y ese es donde están, ahí en la cárcel, si son un peligro vivo para todo Chile”.
En el caso de Hernández, se concedió la posibilidad de acceder a las áreas comunes del penal, pasando a un régimen normal.