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En Requínoa, en la región de O´Higgins, el Director Nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Horacio Bórquez, junto al Seremi de Agricultura de la región de O´Higgins, Joaquín Arriagada, y representantes del sector privado, encabezaron la primera liberación experimental de polillas estériles de Lobesia botrana para el control urbano de esta plaga, iniciativa pionera a nivel mundial.

La polilla del racimo de la vid o Lobesia botrana fue detectada por primera vez en nuestro país en abril de 2008, es originaria de Europa y ataca a viñedos, arándanos y ciruelos.

En la ocasión, Horacio Bórquez indicó que “hoy liberamos 5 mil Lobesias estériles como parte del trabajo que llevamos a cabo hace ya un tiempo en el programa desarrollado para combatir esta polilla. Actualmente en las áreas productivas que realizan exportaciones de fruta fresca o elaboración de vinos se ha logrado controlarla de manera adecuada”.

“Sin embargo, los mayores problemas para enfrentar a esta polilla son en la zona urbana, donde tenemos pocos elementos para introducirnos a las casas de las personas e intervenir sus parrones y, lamentablemente, si no controlamos acá, no vamos a ser capaces de erradicar a esta dañina plaga”. agregó.

La investigación, pionera en el mundo, comenzó hace cuatro años con la cría masiva de ejemplares de Lobesia botrana en el Centro de Producción de Insectos Estériles (CPIE) del SAG, cuyo éxito permitió que hoy se concretara la liberación de polillas estériles para evaluar sus capacidades de dispersión y sobrevivencia en el medio ambiente, información relevante para decidir su potencial como herramienta alternativa de control de la polilla de la vid en áreas urbanas.

La TIE se basa en el empleo de un insecto de la misma especie, en este caso de Lobesia botrana, criado y esterilizado en un laboratorio para combatir a su propia especie, ya que al cruzarse no tienen descendencia, interrumpiendo así el ciclo de reproducción.

Las polillas estériles se encuentran marcadas con un polvo de color generalmente rojo anaranjado, que permite ante la luz ultravioleta diferenciarlas fácilmente de los insectos silvestres. Este pigmento no reviste ningún riesgo para la salud de las personas, ni de las mascotas.

Esta técnica se puede considerar como una forma ecológica de erradicar esta plaga agrícola, alterando en forma mínima las rutinas de quienes viven en el sector, además de no ser riesgoso para la salud de personas, plantas, ni animales ni dejar residuos tóxicos.

Si bien la TIE es conocida principalmente por su uso para el combate de mosca de la fruta, este ensayo es pionero a nivel mundial, pues no existe experiencia a esta escala de liberaciones de insectos estériles de Lobesia botrana en otro país a la fecha. El SAG continuará con las liberaciones en Requínoa hasta el mes de diciembre.

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