FOTO:HECTOR ANDRADE/AGENCIAUNO
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La muerte de Camilo Catrillanca, ocurrida el 14 de noviembre del año pasado, fue el resultado de un operativo policial que se inició tras la denuncia de robo de tres automóviles, por parte de profesoras de la escuela Santa Rosa de Ercilla.

Hasta hoy, no se ha podido identificar las identidades de los supuestos ladrones, y al parecer, no se podrá. Esto, porque el peritaje bioquímico que realizó la PDI a los autos, no registró ningún rastro genético.

“No se encontraron restos de sangre humana en la palanca de cambio, asiento conductor, espejo retrovisor y manubrio” dice el informe sobre los tres automóviles: un Chevrolet Sail, un Nissan March y un todoterreno Great Wall, según informa El Mercurio.

Además, se agrega que la muestra levantada en el asiento del conductor en este último vehículo “corresponde a una mezcla de más de tres individuos”, la que “presenta efecto estocástico, es decir, pérdida de información genética, no interpretable según los datos de validación de nuestro laboratorio”.

De esta forma, se sigue sin poder identificar a las personas que participaron del asalto a las profesoras, lo que supone una incógnita dentro de la investigación que lleva a cabo el Ministerio Público.

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