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Este miércoles, fue detenido por la Policía de Investigaciones, Narciso Villca Esquivel, apodado como “Chulu”, en Uyuni, Bolivia, quien era uno de los ocupantes de la camioneta en la que iba el ex chico reality Sebastián Leiva, más conocido como el “Cangri”, quien junto con Germán Gundián aparecieron muertos en la frontera con Bolivia, el pasado 24 de febrero, tras cruzar al país vecino en una camioneta Toyota 4Runner. Además, estaban acompañados de otro chileno llamado Sebastián Cornejo.

Según sus dichos ante la Fiscalía de Potosí, Narciso Villca reveló la participación de un nuevo implicado en la muerte de los chilenos.

En este sentido, Villca explicó que viajó a Chile el 16 de febrero, con el objetivo de buscar empleo. No obstante, dos días después se quedó sin dinero y decidió regresar a Bolivia, con la ayuda de Alex Díaz, quien viajaba frecuentemente al país vecino.

Fue el 19 de febrero, cuando Díaz fue a buscar al “Chulu”, a un hostal de Calama en un auto pequeño color plomo, en el que iban tres hombres, entre ellos, el hermano de Díaz.

El “Chulu” comentó que “cuando iban en el auto gris por la carretera que sale a San Pedro de Atacama, pude observar un vehículo de color rojo Toyota Runner, y de él se bajaron tres hombres que vestían short y polera (Leiva, Gundián y Cornejo). Subí a la bagoneta roja en la parte de atrás. Luego agregó que su hermano también nos acompañaría”, afirmó, según lo consignó Las Últimas Noticias.

A esto añadió que “en el vehículo iban hablando sobre armas. Cornejo dijo que quería tener una 9 milímetros y le preguntó a Gundián cómo podía conseguir una. Éste le contestó que las armas son fáciles de traer, más que todo de Brasil (…) Charlaban sobre el tráfico de droga, que el kilo y medio salía un millón y medio en el sur. El que iba manejando era el ‘Cangri’ que le dijo a Cornejo: yo necesito otro modelo para llevar, tengo más pedido”, declaró.

Continuó explicando que “llegamos a San Pedro de Atacama a las 13:00 horas, pasamos a cargar combustible en la estación de servicio Copec. Se bajaron a comprar refrescos, comida, galletas y agua. Nos subimos y salimos por la carretera hacia Hito Cajón”.

“En la Cuesta del Diablo, el camino estaba cortado por la lluvia. Seguía manejando el famoso Cangri, y él atascó el auto. Eran como las 14:30 horas. Entre todos nos demoramos 20 minutos en sacar el auto de ahí. Llegamos a un lugar desierto y vimos una camioneta roja volcada. Gundián dijo que parara el auto que necesitaba ‘echar la corta’. Él se bajó y ahí empezó todo. El hermano de Díaz sacó un arma de fuego, y empezó a gritar ¡bájense, bájense! Cangri se bajó altiro, yo quería hacerlo pero el tipo me puso la pistola en la cabeza, y me dijo que me quedara. Cornejo también se bajó y yo pasé hacia el volante. Me apuntó con la pistola en la cabeza. Aceleré, avanzamos y dejamos a los tres chilenos”, expresó.

“Quería escaparme y el hermano de Díaz me apuntó con su arma y me dijo: todo mi plan no me lo vas a echar a perder. Hace poquito salí de la cárcel, no tengo plata”, concluyó.

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