A las 12:00 horas de este domingo en la Catedral Metropolitana de Santiago monseñor Celestino Aós asumirá como administrador de la Arquidiócesis de Santiago tras la renuncia de Ricardo Ezzati.
Recordemos que la mañana del sábado se conoció que el Papa Francisco aceptaba la renuncia del cardenal Ezzati y que en su lugar asumiría quien hasta ahora era obispo de Copiapó, Celestino Aós Braco.
El prelado nació en el año 1945 en Navarra, España, país en el que estudió las carreras de filosofía y teología, además de realizar una licenciatura en psicología.
En 1981, gracias a una beca internacional de investigación en psicología, ingresó a la Pontificia Universidad Católica. Tras esto, volvió a su país y ofició como profesor en Pamplona y, posteriormente, fue vicario cooperador de Zaragoza. Pero en 1983 volvió a Chile, de forma definitiva.
Ya en Chile, fue nombrado vicario parroquial en Longaví, perteneciente a la diócesis de Linares. Dos años más tarde fue elegido superior de la comunidad capuchina de Los Ángeles. En 1995 fue reubicado a cargo de la parroquia de San Miguel, en Viña del Mar. En esa época también ofició como Superior de la comunidad de la Orden de Frailes Menores Capuchinos en el sector de Recreo, además de ejercer como vicario episcopal para los institutos femeninos de vida consagrada y de ser miembro del Consejo Episcopal.
Desde 2008 fue vicario en la parroquia San Francisco de Asís en la diócesis de Santa María de los Ángeles, hasta que en 2014 el Papa Francisco lo nombró obispo de la diócesis de Copiapó, cargo que ocupó hasta este sábado, tras ser designado como administrador apostólico de la sede vacante de la arquidiócesis de Santiago.
Dentro de los otros cargos que ocupa Aós, se encuentra un puesto en la Comisión Episcopal de Relaciones con CONFERRE (Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile), además de presidir la Comisión Nacional de Pastoral Presbiteral.
Declaraciones
Respecto a la designación, Aós aseguró que “(lo tomo) con sorpresa porque yo nunca me imaginé que se pensara en mi persona para este ministerio, para este servicio, en esta hora; y con esperanza de que no voy a estar solo, de que hay muchos colaboradores y todos los cristianos tenemos que poner cada uno nuestra parte y yo espero que todos nos acerquemos a Jesucristo y al Evangelio y entre todos vayamos construyendo una Iglesia mejor y una Iglesia más fraterna, donde nos amemos los unos a los otros”.
Consultado sobre las tareas que lo esperan, el sacerdote señaló: “El desafío es mirar a Jesucristo y tratar de ser fiel al Evangelio. Yo puedo hacer mi parte, San Francisco de Asis cuando iba a morir les dijo a los frailes ‘yo ya hice mi parte, ahora que cada uno haga la suya’. Yo trataré de hacer mi parte”.
Reacciones
Ante su designación, vinieron reacciones desde distintas partes en el ámbito nacional. Por un lado, las víctimas de Karadima, como Juan Carlos Cruz, dijeron que Celestino Aós tendrá que llevar “una ardua labor administrando el desastre que es Santiago”.
Desde el Gobierno, la vocera Cecilia Pérez dijo que la renuncia de Ezzati es una “señal positiva la que entrega la iglesia chilena, enhorabuena la iglesia chilena empieza una nueva etapa”
“Lo que corresponde ahora es el que el ex cardenal y quienes están acusados de abusos, como cómplices o encubridores, puedan colaborar con la justicia”, sostuvo. Esto con el fin de que “los sobrevivientes de abusos puedan tener justicia”.