Daniel Veliz/ Aton Chile.
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Complementando una sesión anterior, los integrantes de la Comisión de Minería del Senado recibieron a ejecutivos de Codelco para analizar el eventual cierre de la División Ventanas de Quintero. Antes, los legisladores habían escuchado los temores de los trabajadores respecto a la decisión de la estatal.

El presidente ejecutivo de Coldeco, Octavio Araneda, y el gerente general de Ventanas, José Sanhueza, explicaron la importancia de la planta que procesa los concentrados de cobre para producir principalmente ánodos, cátodos y ácido sulfúrico. A su vez, explicaron que Codelco solo se hizo cargo de la planta el 2005, puesto que ésta dependía de la Empresa Nacional de Minería (Enami).

Ambos reconocieron que “no se puede dar garantía que los procesos se desarrollen como hasta hoy. Tenemos planificado seguir con Ventanas el 2020, concentrándonos cómo podemos resolver el gran desafío de responder a las exigencias medioambientales crecientes y a la vez, ser competitivamente productivos. Nosotros evaluamos permanentemente todos nuestros procesos, porque si vemos un proceso que no renta, tenemos que evaluar si continúa o no”.

Ante esta respuesta, los congresistas empatizaron con esta dificultad pero a la vez hicieron ver la pertinencia de continuar con el funcionamiento de esta refinería y fundición, considerando los efectos que tiene en el empleo local. De hecho, 8 mil familias se verían afectadas considerando la mano de obra directa e indirecta. Más de la mitad de estos operarios viven en Quintero y Puchuncaví.

El cierre de la planta se ha relacionado con la falta de productividad y la cuantía de las inversiones que se han debido realizar para cumplir las normas ambientales. Los sindicatos manifestaron hace unos días, que “Ventanas ya no sería rentable, por eso se piensa desechar”.

Además, los representantes de Codelco hicieron ver que la compañía se inserta en un polo industrial donde operan más de 17 plantas procesadoras y “solo nosotros cumplimos con lo que se nos estaba exigiendo a todos: la norma del Decreto Supremo 28 del Ministerio de Medio Ambiente”.

“Se revisó y aprobó nuestro plan operacional de episodios críticos que contempló entre otras acciones, una nueva metodología para medir el material particulado, la generación de un plan de manejo de acopio de material y el monitoreo continuo de la chimenea principal”, explicaron.

Sanhueza recordó que en diciembre del 2016, ya la división estaba a tono con la norma. “Con ocasión de la crisis ambiental en Quintero, hicimos una inversión de 159 millones de dólares que implicó la eliminación del humo visible, regular el material particulado y los límites de emisión, y potenciar la captura de azufre y arsénico. Pasamos de una captura de 94 a 95,7 porque la inversión ha crecido exponencialmente”, graficó.

Los ejecutivos reconocieron que lo que hoy les preocupa es cumplir con el Plan de Inversión y Descontaminación Ambiental. “Debemos congelar las emisiones de aquí al 2022. A fines de enero debemos presentar los plazos del estudio de factibilidad para precisar la inversión y plan de programación. Entre julio y agosto veremos si este plan se aprueba y se pone en marcha. El tema pasa por la inversión que debe hacerse, cuál es el costo adicional y si seguiremos siendo rentables”, mencionaron.

En tanto, Araneda confesó que “si se quiere apretar más la normativa ambiental, como administración tenemos que ser responsables y decir ‘esto cuesta tanta plata y se demora esto, es posible o no es posible’, pero eso hoy no lo sabemos, va a depender de cómo avanza este tema”.

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