Mucha controversia y polémica causaron las declaraciones del ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien sostuvo que la suspensión de clases a causa de la expansión del coronavirus “fue un grave error, que dejó a los niños sin vacuna, sin educación, sin comida, sin protección”. Las palabras del secretario de Estado generaron la réplica de algunos de sus pares, tales como los titulares de Educación y la vocera.
Este miércoles, en medio del nuevo balance de contagiados y fallecidos por la pandemia, la autoridad sanitaria se refirió al contraste de opiniones generados en base a lo anterior. “Sabido es que, en mi opinión, el momento adecuado para hacer el quiebra era de 15 días después de lo que se hizo. Sin embargo, esa discusión fue conversada por el conjunto de ministros, con el Presidente de la República, con el Comité de expertos, con representantes de los alcaldes y el Gobierno, como uno solo, tomó una decisión y esa decisión es la que vale“, sostuvo.
Mañalich profundizó en este tema y reconoció que existe una gama de posturas al interior del Gabinete. “Eran los argumentos que estaban encima de la mesa. Yo evidentemente hubiera anhelado tener como ministro de Salud unos días más de preparación para este corte de la asistencia de los niños a clases. Ahora estamos en el proceso contrario de preguntar intensamente, cómo se hace, cuál es la forma correcta, cómo balancear los riesgos y beneficios de lo que representa la vuelta a clases, cuál es el programa que se va a hacer. Es evidente que hay opiniones diversas en esto y sobre las opiniones, es el Presidente el que toma las decisiones finales como Gobierno“, expresó.
“Nosotros tenemos que reconocer que estamos en una situación epidemiológica en nuestro país, absolutamente inédita en la cual la historia se está escribiendo y estamos aprendiendo todos los días cuáles son los cursos correctos de acción“, complementó el secretario de Estado, quien se refirió a la campaña de vacunación y la suma de la nueva población de riesgo.
“Después de un mes de la campaña de vacunación, tenemos que decir con mucho orgullo que el 84% de la población objetivo que nos trazamos en el principio ya está vacunado. Después esta población objetivo aumentó: se agregaron las policías, los gendarmes, los reclusos internos en las cárceles, una serie de personas en la medida que, aparecieron dificultades para cumplir con el plan de vacunación de los niños que, todavía, sigue siendo un tema que nos preocupa. Llevamos a la fecha 61% de niños vacunados y es por eso que se destinaron vacunas a estas poblaciones de riesgo“, dijo.