Guanacos En El Desierto Florido
Agencia UNO
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Uno de los animales característicos de Chile, Perú y Bolivia, podría ser clave para combatir el coronavirus. Se trata de la alpaca, cuya sangre tendría los anticuerpos para bloquear la capacidad de cualquier gripe, incluido el SARS COV-2 que produce el COVID-19.

Luis Raggi, académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, habló con “El Rompecabezas” de Agricultura y explicó que dichos anticuerpos se podrían encontrar en “alpacas, llamas, guanacos, vicuñas y camellos”

“Tienen anticuerpos muy simples porque están acostumbrados a ambientes extremos por lo que  no son muchos los organismos que hay en esos lugares. Ante eso, tienen un sistema de defensa mucho más simple y como replican esa información en una hebra de ADN, es fácil aislar el gen“, dijo.

Para encontrar la solución “hay que exponer al animal al coronavirus”.

Recordemos que un equipo de investigadores de la Universidad de Texas en Austin y los Institutos Nacionales de Salud y la Universidad de Gante, Bélgica, anunciaron el desarrollo de un potencial tratamiento para el coronavirus a través de la combinación de dos moléculas de anticuerpos producidas por estos animales, que en sus pruebas iniciales, demostraron ser capaces de bloquear la capacidad del virus para infectar células en cultivo.

El estudio se basa en un trabajo anterior realizado por el mismo equipo tras los brotes de SARS y MERS, cuando se analizó la posibilidad de crear una vacuna contra estos patógenos en las llamas. Éstas producen dos tipos de anticuerpos: uno similar a los anticuerpos humanos y otro aproximadamente una cuarta parte del tamaño de los anticuerpos humanos.

Este trabajo no apunta hacia una vacuna, sino a un tratamiento. Las vacunas se administran para “entrenar” el sistema inmunológico contra diferentes virus y darle una protección natural después de su uso. Por otra parte, el tratamiento puede ser empleado directamente o para prevenir la infección al instante, por lo que podría ser usado en pacientes con síntomas.

“Podria saberse en dos semanas más y (como no es una vacuna), no sería inyectado, sino inhalado“, comentó Raggi., porque “los anticuerpos se estarían enviando a los pulmones”.

“Se puede generar un aerosol, uno lo inhala, va directamente al pulmón a ejercer su función protector, lo cual es mucho más rápido”, añadió.

Lo complicado por el momento es el financiamiento. “Esto es una apuesta de varios millones de dólares. El doctor Alejandro Rojas de la Universidad Austral de Chile envió unas muestras a Canadá, ahí se identifica esto, pero luego hay que ir replicándolo. Pero depende si se hace input de varios millones o si lo hace la industria farmacéutica privada y habría que pagar los costos”, ejemplificó.

“Pero no hay que dar falsas esperanzas, porque la gente se empieza a relajar y piensa que hay una vacuna y estamos lejos de eso. Hoy día es quedarse en casa, cuidarse y aplanar la curva. Eso significa que los casos recuperados superen a los casos nuevos y ganar la batalla”, agregó, porque “la enfermedad es bastante agresiva”.

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