Durante la audiencia de formalización por el delito de homicidio frustrado contra el tío abuelo de Tomas Bravo, Jorge Escobar, el fiscal jefe de Arauco, José Ortiz, relató las circunstancias en que el cuerpo del menor fue hallado tras nueve días desparecido en el sector de Caripilun, Región del Biobío.
“El lugar del hallazgo no es el lugar de los hechos y en alta probabilidad no es el lugar de la muerte de Tomás Bravo“, sostuvo el persecutor.
“Mediando un traslado poco prolijo entre la vegetación, el cual dejó múltiples escoriaciones en el cuero cabelludo, rostro, plano superior, torso, miembros superiores e inferiores, lesiones que no pudieron producirse por desplazamientos voluntarios, sino que con el menor fallecido“, continúo.
En este sentido, Ortiz explicó la hipótesis del traslado, la cual habría sido realizada en dos etapas de intervalo de tiempo “consistente en su trasladado a un punto aún indeterminado, donde no fue visible a los rastreos inmediatos del día del extravío, y una segunda etapa donde fue depositado en su lugar de hallazgo definitivo“.
Así, las lesiones encontradas en el cuerpo del menor, coincidirían con algunas que posee el principal imputado.
“Este traslado posterior posee características especiales (…) toda vez que él que lo realiza, debió también resultar lesionado con escoriaciones en aquellas regiones corporales más expuestas al contacto y con menos capas de vestimenta”.
Además, la autoridad detalló que quien llevó a cabo el crimen, tenía un conocimiento previo del entorno y el lugar.