¿Quién será el que le dará el ultimo empujoncito? ¿Será el presidente Sebastián Piñera con su interdicción política, será Pamela Jiles con su faranduleo populista?
¿Será Daniel Jadue con sus formulas añejas y fracasadas? ¿Serán los políticos de derecha infectados con el virus del populismo, será el Tribunal Constitucional con su abandono evidente de sus funciones, será el parlamento con su golpe blando de Estado?
¿Serán los gremios ideologizados? ¿Será la prensa que crea realidades a su antojo?
Es tan crítica y frágil la situación que vivimos que cualquiera puede darle el tiro de gracia al futuro de nuestro país.
Mis sentimientos son de pena y rabia. Pena porque fuimos el país más exitoso de América Latina y un referente académico en todas las escuelas de economía del mundo.
Algunos datos irrefutables: inflaciones reales de más de 500% el ’73, hoy cercana al 3%; ingreso per cápita de US$1.600 que existía en el ’73 subió hasta los US$23.000.
Algunos dirán, ‘sí, pero eso no le llega a los más pobres’ (otra mentira del populismo). La pobreza se redujo del 45% al 8%. La esperanza de vida era de 64, hoy cerca de los 81 años, convirtiéndose en la esperanza de vida más alta del mundo.
Antes solo accedían a la universidad 140.000 personas de una élite, hoy eso a crecido en cerca de un 1000% y el 70% son la primera generación de su familia que aceden a la educación superior.
Si todavía le faltan datos, en los ’80 el 20% de los chilenos tenía acceso a los bienes durables tales como televisores, refrigeradores y lavadoras, hoy día cerca del 98%. En el caso de los automóviles, solo el 18% tenía uno, hoy es más de un 50%.
Estos datos y muchos otros, que no los quiero latear, como el acceso a la educación superior, la vivienda, la salud, etc., conforman lo que en el mundo desarrollado llamaron “El Milagro Económico Chileno”.
A pesar de esta evidencia empírica hay algunos que seguirán diciendo que el problema es la desigualdad, esa es otra falacia, ya que si bien es cierto que la mayoría de los países que tienen modelos socialistas son más iguales, esa igualdad se produce en la miseria.
Entonces, a quién le creemos, ¿a los datos o a los relatos? Los datos son indesmentibles. Los relatos se pueden construir en base a mentiras.
Un estudio de la OCDE demostró que Chile tenía la mayor movilidad social entre esos países y en índice de desarrollo humano uno de los más alto de Latinoamérica.
Lo anterior me da mucha pena, pero también siento rabia por ver como la élite política de nuestro país se siente con derecho de hipotecarle el futuro a millones de compatriotas con engaños, con mentiras, con populismo desbordado, disfrazado de justicia social cuando la mayoría de sus motivaciones son intereses personales de poder.
Le pido disculpas a los buenos líderes, que los hay, pero que lamentablemente se mimetizan y se diluyen frente a la peor clase política de nuestra historia.
Solo para demostrarles el nivel de políticos que tenemos voy a finalizar esta editorial con un tuit de la diputada Pamela Jiles que es la que a puesto la música en los últimos días y que muchos parlamentarios están bailando. Cito textual: “Nooo Yasna Provoste sal de ahí!!! Que haces en La Moneda con un asesino juzgado por crímenes de lesa humanidad (al que la abuela y sus nietos tenemos chapoteando en el barro) sal de ahí Yasna, afuera de la moneda están reprimiendo a la gente en este momento *NoMasCocinas”.
¿Qué se puede esperar de esta calaña de lideres? Saquen ustedes sus propias conclusiones.
Sergio Hirane