socavón
Álvaro Peña
Comparte

El académico de la Escuela de Ingeniería en Construcción de la Universidad Católica, Álvaro Peña, se refirió en La Mañana de Agricultura al nuevo socavón que se produjo en el sector de Cochoa, en Viña del Mar.

“El primer punto es resolver el tema de las aguas en el caso de que vuelva a llover, por otro lado es empezar a trabajar por los socavones. De partida hay que generar contenciones y posteriormente de alguna forma empezar a rellenarlos. No se vislumbra de que ambos socavones se puedan unir”, sostuvo.

“Como país estamos preparados tecnológicamente para resolver situaciones por la ingeniería en la construcción que tenemos. Estamos acostumbrados a hacer este tipo de obras u otras mucho más complejas. Respecto a los costos entiendo que también podemos enfrentar este tipo de inversiones, no se si con las velocidades, por temas administrativos”, aseguró.

“Muchas veces las obras de emergencias permiten obtener recursos rápidos, se habló de una primera inversión para resolver y mitigar estas obras de emergencia. Claramente esto va a aumentar producto de lo que hemos visto, no se tenía contemplado este segundo socavón. Esas obras de emergencia se van a transformar en el doble de inversión mínimo de lo que se había contemplado”, sostuvo Peña.

Posteriormente, respecto a los cuestionamientos sobre las construcciones en dunas, el académico explicó que “en el mundo y en Chile se puede construir en cualquier lugar. Tenemos experiencia en la región, en Valparaíso se le ganó terreno al mar. Todo el borde costero es construcción en arena. Construir en terrenos complejos no lo es, pensar en las zonas del sur, en Concepción, son terrenos de mala calidad, saturados, con niveles agua altos, arenas”.

“Se puede construir en suelos de mala calidad, para eso se ha trabajado en normativas de diseño y de construcción, que pasan terremotos y eventos sin ningún problema. Eso es por un lado en lo técnico, por otro lado, en la parte medioambiental o legal, entiendo que el las construcciones en el campo dunar, han sido autorizaciones correctamente permitidas”, explicó.

“Ahora, cuando uno no construye en una zona estable, la vibración producto de los sismos, la socavación producto de las aguas es mayor. Eso tiene que ver con el tipo de suelo, son arenas colgadas que están arriba de un macizo rocoso, tienen un único grano fino, son mucho más susceptibles al agua”, explicó.

“Pero eso lo hace una categoría de suelo más malo, nada mas, construir se puede, hemos visto como está urbanizado, pero claro, ya hemos tenido elementos de socavación. Es más complicado pero se puede construir, tiene más riesgos, hay que hacer inversiones mucho mayores, excavar en ese tipo de suelo es complicado”, sentenció Álvaro Peña.

“Cuando uno hace un diseño considera siempre las cargas, con probabilidades. Uno siempre dice ‘la lluvia de los 10 años, la lluvia de los 50 años’, que fue la que tuvimos recién. Claramente ahora los diseños deben considerar los efectos del cambio climático, por lo tanto van a tener que contemplar probabilidades de ocurrencia mayores”.

“Ya no vamos a poder pensar en estas lluvias que prácticamente ocurrían cada 100 años en breve tiempo, ahora no. Las estamos teniendo cada 30 años y en períodos más cortos”, sostuvo.

De todas formas el académico remarcó que “actualmente los edificios han tenido un buen comportamiento, sus cargas están transmitidas mucho más abajo y sobretodo en obras de mejoramiento que se han hecho para que esas cargas sean estables. Son como unos monos porfiados los edificios, como péndulos colgantes, pero al revés”.

“Hay aspectos que deberían monitorearse. Con topografía básica se podrían poner un par de puntos hasta el piso más alto, para ver efectivamente si el edificio (Kandinsky) ha tenido movimientos tanto en X, en Y, o en Z, en horizontales o verticales. Sería bueno un informe para ir viendo de cara al riesgo“, sugirió.

“Un control de deformaciones, que vaya monitoreando permanente hasta que se vayan haciendo las obras, sería pertinente. Las estructuras avisan, los suelos avisan. Podemos ver grietas, fisuras, antes de que aparezcan con análisis de formación, podríamos alertarlo antes, sería bueno hacerlo”, afirmó.

“Tenemos las tecnologías y los conocimientos para hacer un seguimiento antes de tomar este tipo de desiciones como una demolición“, cerró.

Últimas Noticias