Durante la primera semana de febrero comenzaron los incendios en la Región de Valparaíso, afectando más de 4 mil hectáreas de bosque nativo, viviendas, cientos de damnificados, muertes y desaparecidos.
Esta situación llevó a la movilización de miles de personas y voluntarios por esta causa, con la intención de ayudar a todas las personas afectadas.
Se hizo el llamado a toda la población a aportar con donaciones, tales como alimentos no perecibles, materiales de construcción y ropa.
Sin embargo, sorpresivamente, una gran cantidad de estas últimas, llegaron en un estado inutilizable.
“Este tipo de donaciones afecta a los centros de acopio, generando elementos desechables que no saben cómo procesarlo, por lo que deciden botarlos en espacios públicos contribuyendo a la contaminación”, explica Daniela Ehijo, Gerente de Sostenibilidad de Ecocitex.
En este caso se abordan dos temáticas que afectan a la población, la primera, es el efecto directo que tiene hacia las personas que tienen una necesidad básica y la importancia de la ayuda humanitaria para cubrirlas en esta situación de catástrofe.
“Lamentablemente, las personas ven estas situaciones de catástrofe como oportunidades para poder liberar espacio de sus closets, bodegas, etc., de una manera masiva, gratuita y en gran parte dejándolos tranquilos de que pudieron colaborar y apoyar a alguien que hoy lo necesita”, afirmó.
Por otro lado, estas prendas, al no ser entregadas en las condiciones adecuadas para ser donadas y utilizadas por quienes lo requieren, puede terminar en vertederos o en quebradas,
Esto genera un impacto ambiental negativo con el consecuente riesgo de incendio.
La repercusión que genera esta cantidad de desecho en el medioambiente, pueden tardar cientos de años en degradarse y en este caso de emergencia en la Región de Valparaíso, todo el tiempo que deben tomar los voluntarios en buscar ropa que se pueda utilizar.