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Esta situación aumenta las posibilidades de que Aros Oñate sea formalizado bajo el delito de Alarma Pública y obstrucción a la justicia.

El caso de espionaje que presuntamente afectó a la Sofofa y a la empresa Carozzi revela nuevos antecedentes que siembran muchas más dudas en torno a lo que realmente sucedió especialmente en torno a la figura de Rubén Zito Aros Oñate.

Ahora se dio a conocer que el informe que está confeccionando la brigada del Cibercrimen para la Fiscalía, señala que no habrían encontrado ninguna grabación en los chips instalados en los dispositivos, por lo que se puede concluir que los micrófonos no habían sido utilizados, informó La Tercera.

Esta situación aumenta las posibilidades de que Aros Oñate sea formalizado bajo el delito de Alarma Pública y obstrucción a la justicia, debido a la declaración que entregó ante la Fiscalía.

El informe policial también entrega luces sobre las declaraciones de los testigos. El jefe de seguridad de Carozzi, Anfión Varela, señaló que pasó la mayor parte del tiempo en compañía del ex uniformado mientras duró su recorrido, pero lo dejó un momento solo al interior de la oficina del director de la firma, José Juan Llugany. Mientras que en el caso de la gerente de informática de la Sofofa, Priscilla Cruz, señaló que el investigador también pidió que cubrieran las cámaras y recordó que el detector que llevaba para hacer el barrido no se activó cuando encontraron el micrófono.

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