Le gustaría terminar su carrera y ejercer su profesión.
Han pasado casi dos meses desde que María Angélica Vargas, quien en ese entonces se desempeñaba como fiscalizadora del Transantiago, fue empujada por un joven y tras caer atropellada por una micro. Desde Santiago Uno, Pablo Alarcón, entregó por primera vez su versión de los hechos realizando un duro mea culpa de lo que ocurrió ese 15 de junio y espera que algún día la afectada lo pueda perdonar.
En conversación con Informe Especial, sostuvo “yo no soy un evasor, es cosa de ver el historial de mi tarjeta, que dice que yo la cargaba constantemente y que pagaba. Yo cuando pasé mi tarjeta (en la fiscalización) no tenía saldo y ahí comencé a pedir pacíficamente que me dejaran pasar, porque estaba apurado y tenía un trabajo importante”.
Fue en ese momento cuando cuenta que la fiscalizadora le dijo que no lo dejaría pasar y él se lo tomó como algo personal.
“Cuando voy saliendo del paradero hacia el Metro, me devolví y empujé a una fiscalizadora que en verdad no tenía nada que ver con la discusión. No sé si tengo un porqué, sólo puedo decir que estoy arrepentido de lo que hice y que ojalá algún día ella y su familia me perdonen”, indicó.
Para luego agregar que solamente vio la chaqueta roja y al identificarla como fiscalizadora concentró su rabia, acto que tuvo graves consecuencias. “Recuerdo haber puesto mis manos en la cabeza y haber dicho que no quería hacer eso, que la había cagado. Vi mi vida pasar frente a mis ojos porque pensé instantáneamente que había muerto. Me vi en la cárcel”, comentó.
El joven, de 22 años, que cursaba octavo semestre de sicología aseguró que el cargo de conciencia lo va a acompañar toda su vida, añadiendo que le gustaría poder terminar sus estudios y ejercer su profesión y de esta manera poder entregar una indemnización a la mujer. “Si es que mi sueldo se tiene que amarrar a algún porcentaje no tengo problema con eso”, argumentó.
Finalmente, manifestó que “no está mal que yo esté preso, es justicia divina. Estoy pagando mis actos. Soy mayor de edad y respondo por eso. Espero que algún día me puedan perdonar”.