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Por muchos años, la pobreza ha sido el principal tema de discusión política y social en nuestro país. Sin embargo, últimamente ha pasado a segundo plano, probablemente por la disminución que ha experimentado en las últimas décadas. En este contexto, el próximo 17 de octubre se celebra el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza, día en que tenemos la oportunidad de cuestionarnos si es que efectivamente la pobreza es un tema del cual ya no hay que preocuparse.

La última encuesta CASEN 2017 observa que las personas bajo la línea de la pobreza representan un 8,6%, entre los cuales se encuentran poco más de un millón de personas en condición de pobreza no extrema ―un 6,3% de la población―. Si bien estos porcentajes son una buena noticia, al mismo tiempo se corre el riesgo de creer que se trata de un asunto superado o, al menos, que debería tener una preocupación secundaria por parte de la sociedad.

El problema surge cuando hacemos “doble click” sobre estos resultados. Esos porcentajes corresponden a la distribución de personas según situación de pobreza por ingresos. En efecto, lo que está “superado” no es la pobreza propiamente tal, sino el criterio de medición utilizado para determinarla. En efecto, existe consenso que la pobreza no puede ser medida solo mediante una variable, sino que debe considerar otros factores también importantes. Es por eso que, desde el 2015 en adelante, la encuesta CASEN evalúa la pobreza multidimensional, la que incluye un análisis de factores tales como educación, salud, trabajo y seguridad social, vivienda y entorno y redes y cohesión social. Según la misma encuesta, si bien la pobreza por ingresos sigue disminuyendo, el nivel de pobreza multidimensional se mantiene estancado en relación al año anterior en un 20,7%, lo que representa un total de 3,5 millones de personas en situación de pobreza, de las cuales solo 590 mil son consideradas en la medición según ingresos.

En definitiva, tal como nos lo explica el premio nobel de Economía y creador del concepto de pobreza multidimensional, Amartya Sen, la condición de pobreza no se relaciona solamente con el acceso a bienes y servicios, sino con los diferentes medios que tienen las personas para desarrollar sus capacidades en el entorno concreto en el que se encuentran. En este sentido, existe una realidad de pobreza todavía oculta en nuestro país, de personas invisibles que están sobre la línea de pobreza por ingreso, pero que mantienen un estilo de vida precario en relación a los criterios tradicionales de medición de la pobreza. Basta pensar en los altos índices de suicidio de los adultos mayores sobre 75 años, las personas que viven en situación de calle, el elevado endeudamiento familiar y las dificultades derivadas de la segregación urbana que tienen muchas familias para estar cerca de los centros de oportunidades.

Por ello, es una buena medida la creación del “Mapa de vulnerabilidad” por parte del Ministerio de Desarrollo Social, el cual se dará a conocer el próximo 16 de octubre. En dicho instrumento, colaboró tanto el mundo empresarial, académico y el sector público, dando propuestas de trabajo para hacer frente a la pobreza multidimensional y ayudar a identificar a miles de personas y familias vulnerables.

Con todo lo anterior a la vista, el Día Internacional de la Erradicación de la Pobreza nos invita a tener una mirada integral de la situación de millones de personas en nuestro país, trabajando tanto la pobreza como la desigualdad, lo que nos permita avanzar como país en políticas públicas con real impacto en la sociedad.

Iván Suric G.
Director
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