Aton Chile
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La primera jornada de la junta nacional DC estuvo marcada por la renuncia de la mesa directiva que encabeza la presidenta interina Myriam Verdugo, y por la cuenta pública en que abordó la crisis que afecta al partido, además de criticar al ex candidato presidencial Alejandro Guillier.

En la jornada final de este domingo en la sede partidaria de Alameda, se espera que los 150 asistentes, entre los que se cuentan ministros, subsecretarios, senadores, diputados, alcaldes, concejales, consejeros regionales y delegados a la junta, se pronuncien sobre una fecha para la elección de la nueva mesa directiva.

En su cuenta pública, Myriam Verdugo hizo una primera aproximación a la crisis al recordar que el 8 de enero de 2017, “el pueblo demócrata cristiano entregó el respaldo mayoritario a una lista encabezada por la senadora Carolina Goic, en un proceso que movilizó a 21 mil militantes”.

“Mucha agua ha pasado bajo el puente desde esa fecha. Asumimos bajo la premisa de estar reunidos por un propósito: hacer que la DC, superando sus problemas y derrotas, volviera a ser un partido cohesionado, fuerte, movilizado con principios y objetivos claros. Sin embargo, fallamos”, dijo.

“Claramente fallamos todos. De nueve integrantes de la mesa quedamos seis, tras vivir proceso difícil y doloroso para cada uno de nosotros, con varios episodios críticos y después de la derrota electoral. Ya no están Carolina Goic, Sergio Espejo y Matías Walker”, añadió.

Más adelante, recordó que el 20 de noviembre pasado, “el Consejo Nacional acordó, por mayoría absoluta, entregar su respaldo en segunda vuelta al otro candidato de la Nueva Mayoría: el senador Alejandro Guillier. Fueron poco más de 20 días intensos, en los que el partido se comprometió, integrándose activamente al comando presidencial y participando en actividades en el territorio, en la vocería y en lo electoral”.

“Debe saberse en esta instancia que, tras entregarle el apoyo al candidato en esta misma sede partidaria, no hubo nunca más un contacto o conversación política con el candidato, dado que el modelo de campaña de Guillier se apoyó en un círculo de personas de su confianza, más no en los partidos políticos”, enfatizó Verdugo.

También mencionó que el partido enfrentó en el último año el proceso de refichaje determinado por ley, “pero simultáneamente un proceso de deserción de muchos camaradas, que decidieron desafiliarse. Unos porque consideraban que el partido se situaba muy a la izquierda…, otros porque estimaban nos habíamos derechizado. Se hace evidente aquí, de nuevo, nuestra falta de definiciones, nuestra incapacidad de resolver las diferencias”.

“Más de tres mil amigos y camaradas abandonaron nuestras filas entre enero y noviembre pasado, presentándose el mayor flujo de éxodo entre junio y julio de 2017. Hace poco renunciaron también otros destacados ex militantes. Otros, muchos, no se reficharon”, recalcó.

Entrando de lleno en la crisis partidaria, Myriam Verdugo afirmó que “sin lugar a dudas nuestro devenir estuvo marcado por hechos políticos que nos tienen hoy en una situación de crisis que, a juicio de esta mesa, tiene tres pilares: una crisis electoral, otra política y otra de convivencia y respeto interno”.

“Acabamos de perder 350.765 votantes y nuestra bancada parlamentaria se redujo de 32 en los años 90 a 14 en la actualidad. La gran pregunta es por qué no pusimos atención al primer gran mensaje de la ciudadanía; por qué seguimos como si no hubiera pasado nada. Nunca procesamos las causas de estas permanentes derrotas y del declive electoral”, señaló

“Hablamos también de crisis política, y, en este caso nos referimos a un partido que hace decenas de años dejó de pensar, concebir y elaborar ideas y proyectos, para abocarse a la administración del poder. El inmediatismo consumió nuestro quehacer y, habiendo construido esta sociedad moderna, con menos pobreza, pero con mucha desigualdad, no fuimos capaces de leer la nueva realidad y menos de pensar en respuestas para ella”, agregó.

En cuanto a la crisis de fraternidad y entendimiento interno, aseguró que no es de hoy, “es de decenas de años, pero como nunca antes, hoy la estamos viviendo como si se tratara de una guerrilla interna”.

“¿Cómo salir de esta dura realidad? Tarea nada fácil y que creemos tiene como única salida que retomemos la convocatoria a Congreso Ideológico realizada en el año 2014 y que se dilató en el tiempo hasta ahora, cuando vemos en esta instancia la oportunidad de reencontrarnos y dar las discusiones que demanda el ser hoy un partido sin propuestas ni rumbo claro”, añadió.

También dijo que “sólo una vez que hayamos sido capaces de -mediante un proceso participativo y democrático-, encontrar las respuestas y caminos, podremos pensar en alianzas políticas y electorales”.

“Por ello proponemos a esta Junta Nacional reiniciar nuestro VI Congreso Ideológico, Programático y Orgánico. Esta mesa acordó llamarlo Congreso Radomiro Tomic el que esperamos poner en marcha a contar de marzo, para que toda la Democracia Cristiana se ponga a trabajar y hemos propuesto también que nuestro ex presidente, Eduardo Frei Ruiz Tagle, presida esta instancia tan vital para nuestro futuro político”, explicó hacia el final de su cuenta pública.

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