“Tenemos holguras fiscales suficientes para financiar responsablemente la reforma de pensiones”, dijo el titular de Hacienda respecto a la iniciativa del Gobierno que puso e énfasis en los grupos más vulnerables, la clase media y las mujeres.
De acuerdo a Larraín las proyecciones del Gobierno son conservadoras y que casi todos los proyectos -cerca de un 95%- se financian con holguras fiscales.
“Bajo el predicamento de que una reforma de pensiones se debe financiar con una reforma tributaria, nunca hubiésemos aprobado la reforma de 2008”, dijo el ministro Larraín.
Al analizar el impacto fiscal que tendría la reforma, el ministro mostró con números que el efecto en las arcas públicas, considerando la totalidad del proyecto — cambios al sistema de pensiones solidarias, aportes a la clase media, subsidio dependencia, alza en cotización y menores ingresos— llega a un gasto que representará el 0,89% del PIB una vez que la reforma de pensiones entre totalmente en régimen.
Dentro de este costo, uno de los más significativos es el aporte al Pilar Solidario, que se proyecta parta representando el 0,03% del PIB en el año 2020, llegando a un máximo de 0,32% del PIB entre los años 2023 y 2049, estabilizándose en 0,31% hacia 2050.
Para el Gobierno, según Larraín, el foco del proyecto está en mejores beneficios para 1,6 millones de pensionados del Pilar Solidario -desde el primer año de vigencia de la ley-, mejoras para los 460 mil pensionados de clase media -y más de 840.00 en régimen- desde el segundo año de aprobada la normativa.
CH / Aton Chile