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Agencia Uno
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Ayer no solo se aprobó la acusación constitucional contra Víctor Pérez en la Cámara de Diputados, también -y justo después de ese resultado- se presentó una moción de censura contra la Mesa de la Corporación, presidida por el diputado Diego Paulsen (RN).

El recurso lo presentó el jefe de bancada del Partido Radical, Alexis Sepúlveda, causando gran sorpresa, ya que según han dicho otros parlamentarios de la oposición, esto no estaba previsto y causó molestia.

En entrevista con “La Mañana Interactiva” de Agricultura, el senador Claudio Alvarado (UDI) dijo que esto estaba decidido desde la el miércoles de la semana pasada, al igual que la votación en contra del exministro del Interior, por lo que tanta sorpresa no fue, al menos para él.

“Tuve la percepción clarísima que ese día se produjo un quiebre entre aquellas personas que estaban disponibles para no apoyar una acusación que a todas luces no tenía mucho fundamento, y básicamente por una razón política: primero, dar runa señal de unidad de la oposición, que venia bastante resquebrajada hace mucho tiempo, y en segundo lugar, ese día se hizo efectivo una reunión entre jefe de bancadas de la oposición en donde se aseguraba el apoyo de unos a cambio del apoyo de otros para la testera de la Cámara Diputados“, reveló.

“Tanto es así que a pocos minutos de la aprobación de la acusación en el día de ayer, se presenta una censura a la mesa de la Cámara de Diputados, que estaba siendo administrado por Chile Vamos, por problemas internos de la oposición, que no fueron capaces de mantener la mesa cuando se produjo una elección tiempo atrás”, añadió.

Según dijo Alvarado, habían cinco parlamentarios disponibles en ese momento para no apoyar el libelo, pero tras las conversaciones entre las bancadas, dos de ellos le comunicaron que cambiaron su postura.

“Lo que hay, no es más que una transacción donde el ministro del Interior fue la moneda de cambio para recuperar la testera de la Cámara de Diputados. Eso me parece que es una señal política muy mala, profundamente negativa”, criticó el UDI.

Con respecto a la renuncia de Pérez al cargo, valoró su integridad para no dañar al Gobierno: “Es muy complejo para un gobierno tener a su jefe de gabinete suspendido, y por mucho tiempo, porque esa acusación no podía darse cuenta hoy día en el Senado, porque hoy día no hay sesión de sala, en consecuencia se va a dar cuenta recién el próximo martes, y eso significa que el Senado tiene entre 4 y 6 días para pronunciarse. O sea, prácticamente desde ayer, si el ministro del Interior no hubiera renunciado, serían 15 días en los cuales estaría suspendido de sus funciones“.

 

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