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Representantes de sociedades y fundaciones de nutrición y dietética de Europa y Latinoamérica se reunieron en Portugal para debatir sobre su uso como alternativa para reducir el consumo de azúcar. En el encuentro, el doctor en Nutrición chileno, Samuel Durán, presentó un estudio que descarta relación entre su consumo y el aumento de peso. 

Representantes de 42 sociedades y fundaciones de nutrición y dietética, sociedades médicas, universidades y centros de investigación europeos y latinoamericanos se reunieron en Lisboa en la “Jornada Internacional sobre Edulcorantes bajos en o sin calorías”.

El encuentro científico se enfocó en la urgencia por reducir el consumo de azúcar y otros edulcorantes calóricos habitualmente añadidos en alimentos y bebidas, como también en la necesidad de promover la utilización de opciones seguras que contribuyan a disminuir el aporte calórico en la ingesta diaria de la población.

Si bien las conclusiones se presentarán en octubre próximo, en el marco del 21° Congreso Internacional de Nutrición (ICN) que se realizará en Buenos Aires, Argentina, trascendieron algunos de los principales temas abordados durante el encuentro como el estudio realizado por Samuel Durán, experto chileno y vicepresidente de la Sociedad de Nutrición de Chile.

Durán presentó los resultados de un estudio clínico de su autoría (en conjunto con un grupo de investigadores) sobre 1.224 alumnos universitarios de Chile, Panamá, Guatemala y Perú. Entre los resultados de la investigación no se encontró asociación alguna entre el consumo de edulcorantes no nutritivos o no calóricos (ENN) y el riesgo de sobrepeso u obesidad. Al contrario, las mujeres que consumían acesulfame de potasio y sucralosa presentaron un riesgo menor que las que no consumen estos aditivos. “Incluso se observó que ninguno de los 1.224 estudiantes superó el valor de ingesta diaria admisible (IDA) estipulado por las autoridades sanitarias como consumo límite sugerido para este tipo de edulcorantes”, manifestó Durán.

En un segundo trabajo Durán y sus colaboradores no encontraron asociación entre el consumo de edulcorantes no nutritivos y el sobrepeso en escolares entre 10 y 16 años de Santiago y Viña del Mar.

 “Los edulcorantes no están hechos para bajar de peso, sino para endulzar alimentos y bebidas sin aportar calorías; no tienen por objetivo reducir la diabetes, ni ninguna enfermedad metabólica en particular. Además están en sintonía con las políticas públicas de todos los países que promueven reemplazar el azúcar para disminuir la ingesta de calorías”, explicó Durán.

Otro de los aspectos abordados en Lisboa fue la ausencia de evidencia científica alguna que relacione el consumo de productos con edulcorantes no calóricos con el aumento del apetito, sino todo lo contrario: “los endulzantes sin calorías contribuyen a alcanzar la apetencia por algo dulce y contribuyen a disminuir la ingesta de calorías cuando se usan para reemplazar a los azúcares”, manifestaron.

Los especialistas destacaron el riguroso proceso de evaluación y posterior aprobación de nuevos edulcorantes. Este contempla investigaciones de respaldo que se deben presentar a las autoridades de cada país para elevar la solicitud de evaluación al Comité Codex de Aditivos Alimentarios respectivo. Sigue un complejo proceso en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para la posterior publicación de las disposiciones del Codex sobre el uso de ese aditivo en las distintas categorías de alimentos. Las autoridades nacionales o regionales admiten a posteriori, de acuerdo a sus propias normativas, los edulcorantes no calóricos aprobados por Codex Alimentarius.

Los edulcorantes no calóricos son sólo aditivos alimentarios de sabor dulce que reemplazan ingredientes tradicionales como el azúcar de mesa (sacarosa), la fructosa o la glucosa, de 4 kcal por gramo y a los polioles como el sorbitol y el manitol de 2.4 kcal por gramo. Son considerados por los especialistas útiles para todas aquellas personas que por sus condiciones de salud prefieran reducir su ingesta de calorías y/o restringir el consumo de azúcar, en especial para aquellos que ya presentan niveles de sobrepeso u obesidad o que padecen alguna enfermedad asociada, como por ejemplo la diabetes.

Entre los principales edulcorantes no calóricos que se utilizan solos o combinados -algunos de los cuales tienen más de un siglo en el mercado-, se destacan el acesulfamo K, el aspartamo, el ciclamato y sus sales, la estevia (glicósidos de esteviol), la neohesperidina dihidrochalcona, el neotame, la sacarina y sus sales y la sucralosa.

La tabla enumera los principales edulcorantes no calóricos con su Ingesta Diaria Admisible (IDA) y su nivel de dulzor en relación al azúcar.

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3 respuestas a “Expertos internacionales respaldan edulcorantes no calóricos para combatir obesidad y sobrepeso”