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En medio de la sufrida clasificación del Manchester City a la final de la Carabao Cup -Copa de la Liga de Inglaterra-, Claudio Bravo protagonizó una imagen que se robó todas las miradas y aplausos.

Cuando el partido ya terminaba, un niño saltó a la cancha y fue en dirección al chileno para abrazarlo. Los guardias lo interceptaron, pero el arquero lo protegió e intercedió para que lo dejaran ir.

La imagen fue ampliamente comentada en las redes sociales e Inglaterra. (Fotos: Getty)

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