José Luis Jara, Asesor Financieo
José Luis Jara, Asesor Financieo
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“No creo que el alza de tasa de interés por parte del BC haya sido un movimiento agresivo”, comenzó opinando José Luis Jara, asesor financiero y socio director de Activa Pyme, en El Agro, de radio Agricultura. Después de informar el IPOM -señaló-, que da cuenta de que la estimación de inflación para el 2021 va a alcanzar el 5,7%, se ratificó con el IPC de agosto, que conocimos esta semana, de un 0,4%, muy por sobre las expectativas que tenía el mercado para este mes, con lo que en 12 meses ya acumulamos un 4,8% de inflación.

“Se espera que para el mes de septiembre que a todos nos gusta por las Fiestas Patrias y la llegada de la primavera, también venga acompañado de fuertes presiones inflacionarias, por las mismas razones que hemos estado exhibiendo durante todo el año: un fuerte nivel de consumo, es decir, las familias que disponen de recursos por los apoyos del Estado, la extensión del IFE o el eventual nuevo retiro, todo eso ha hecho que la gente tenga hoy día una mayor disposición a gastar, más la apertura eso hace que generemos mayores presiones en los precios y en la inflación desde el punto de vista local, a lo que se suma otros elementos externos que también contribuyen a la presión inflacionaria”, indicó José Luis Jara.

Agregó que “la tasa de política monetaria que teníamos hasta antes de esta alza era de 0,75%, la inflación en ese minuto todavía no superaba el 4%, lo que implica en términos reales que la tasa de interés está siendo negativa, lo cual significa que sigue siendo una tasa expansiva. Hoy que tenemos una tasa de 5% y una inflación de 4,8%, y si la proyectamos hacia el futuro, tiene de todo sentido el que el BC siga subiendo las tasas porque estamos con una tasa expansiva”.

El experto financiero explicó que “la situación anterior se ve más agravada aún por dos elementos que también son generados por parte del BC: 1.- que tenemos para este año una política fiscal muy expansiva (gasto fiscal, extensión del IFE, gasto por retorno a clases, gatos de salud, etc.) que implica un incremento del 35%, lo cual incrementa el déficit fiscal efectivo en un 7%. Por lo tanto, tenemos mayor gasto fiscal, mayor consumo de las familias, más fuerte incremento del tipo de cambio, y a eso se agrega el mayor costo que está teniendo el petróleo a nivel internacional, y el mayor costo de importación de materias primas por mayor costo en el transporte y logística. Todo eso le pone presión a los precios. La producción interna, y la sequía, por ejemplo, en el ámbito agrícola. No todos los productores han podido dar velocidad a la respuesta de demanda y todo eso seguirá poniendo presión y se va a seguir proyectando eso, tal como lo ha señalado el BC”.

Jara dijo que “cuando se habla de una economía que se calienta significa que la producción va a una velocidad más lenta que la de la demanda de los bienes, es decir estamos consumiendo más bienes a más velocidad, que la capacidad que tienen las empresas para producirlos o importarlos, porque nosotros consumimos bienes nacionales e importaos. Y ante mayor demanda agregada, producto de oferta más retraída, eso genera presión de precios, más todo el contexto externo, generan presión en los precios. Por lo tanto, bajo ninguna circunstancia a mí me parece que el BC haya actuado en forma desmedida, por el contrario, está cumpliendo el rol por el cual está definida su función”.

En relación a los sectores turismo y hotelería explicó que son sectores rezagados, y por lo tanto al iniciar o reiniciar su actividad se incorporan con mayores costos, y eso fue lo que reflejó el IPC de agosto. Por ejemplo, una serie de medidas sanitarias que han debido incorporar los hoteles y restaurante y otros, como el seguro Covid, son parte de los nuevos costos que antes no tenían, a lo que se agrega la sequía que afecta a los alimentos y los combustibles…todo eso inciden en el alza de los costos.

En cuanto al crecimiento de la economía este segundo trimestre de un 18% señaló que tiene una baja base de comparación respecto de igual período del año anterior, en que estábamos en momentos difíciles de la pandemia. Pero también está el consumo que ha crecido cerca del 30% y los bienes durables, un 130%. Una parte de la inversión en bienes de capital también han tenido un impulso, al igual que el gasto público también está empujando la economía. “Ahora, el consumo está fuertemente apuntalado por el IFE y los retiros de las AFP, por eso que ante la eventualidad de un cuarto retiro, la preocupación de la autoridad es que aumente el consumo y se genere mayor presión a la inflación”, puntualizó.

Y agregó: “todos los retiros han sido una muy mala medida porque hemos dejado de ahorrar para las pensiones y para la vejez y eso es un daño que las futuras generaciones van a tener que resolver de cómo pagar las pensiones de las personas que hoy han retirado sus ahorros. Segundo, le hemos provocado un feroz impacto al mercado financiero, los países necesitan ahorrar, y los fondos de ahorro de los trabajadores era una muy buena alternativa que permitía que esos fondos fueran destinados a inversión, y al tener menos ahorros tenemos menos recursos para invertir. Eso hace que tenga un efecto en las tasas de interés y se encarezca el crédito. Adicionalmente le hemos incorporado una variable de riesgo ya que el modelo económico está generando cierta incertidumbre, y por otro lado, dado el mayor gasto fiscal, significa fuerte deterioro en cuentas fiscales. Todo este escenario ha provocado deterioro en riesgo país”.

“El retiro de fondos le está pegando muy fuerte a la inflación y la inflación es un lastre que le pega muy fuerte a los sectores de menores ingresos. Y la clase media que accede a créditos hipotecarios, va a enfrentar tasas más altas, Y por último, la mayor inflación nos va a pegar a todos nuestros costos en UF”, sentenció.

Explicó Jara que “mantener el IFE universal no ayuda, porque el Estado ya cumplió su rol en su minuto entregando herramientas de apoyo a familias. Hoy como vamos a tener mayores libertades, se han empezado a recuperar empleos, y se ha comenzado a generar trabajo, el mantener el IFE universal lo único que hace es mantener una política fiscal expansiva en circunstancias que no se necesita. Y por eso es que el BC adopta medidas más restrictivas justamente para contrarrestar este gasto fiscal expansivo”.

Por último, el experto señaló que “el dólar es bueno para los agricultores, pero también están enfrentando costos de logísticas en e transportes. Vamos a estar con alta tasa de crecimiento, pero ¿qué pasa después? Espero que el n pueda hacer los ajustes y volver a una política de balance estructural de ahorra en las vacas gordas y disminuir riesgos de inflación y por último tratar de retirar parte de los incentivos para recuperar el empleo”.

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