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Debido a la pandemia de Covid-19 que se expandió en el país, el regreso a las oficinas ha sido un tema importante a tratar, puesto que varios trabajadores y trabajadoras prefieren cuidar su salud y no exponerse ante el contagio. Debido a esto que ya se observa en Chile y el mundo la tendencia de la Red de Oficinas, lo que significa que una empresa cuente con una serie de ubicaciones, a lo largo y ancho del país, que le permita a sus trabajadores desempeñarse con normalidad y priorizando la salud y seguridad.

Según el estudio Global Outlook 2030 de CBRE, esta tendencia -que ya venía emergiendo previo a la pandemia con los cowork- se instalará definitivamente en el mundo laboral dentro de los próximos 10 años. Esto, debido a que se ha demostrado durante los últimos meses que el home office funciona y que no es necesario desempeñar un trabajo 100% presencial para que los trabajadores sean lo productivos y eficientes que eran en las oficinas tradicionales.

En este contexto, el presidente de CBRE para Chile y Argentina, Nicolás Cox, aseguró que se viene a consolidar una tendencia que se venía dando hace algunos años en el mundo: La flexibilización del espacio de trabajo tal y como lo conocíamos.

“Lo que va a pasar es que va a aumentar la penetración de teletrabajo, pero esto no va a significar que se vayan a reducir drásticamente los espacios de oficinas, van a cambiar. Porque el espacio de oficina sigue siendo el núcleo de la empresa, un alma fundamental para atraer talento, donde se crea cultura y se define su propia identidad. Quizás, en vez de tener una gran oficina consolidada, se va a pensar en tener oficinas satélites, lugares de trabajo más pequeños en diferentes lugares, donde haya colaboradores que puedan decidir dónde trabajar. El cambio viene en ese sentido“, explicó.

Cuando las comunas de la Región Metropolitana todavía se encontraban mayoritariamente en cuarentena, la tasa de ocupación de las oficinas no llegaba a alcanzar el 10%, y estas últimas semanas, y pese al relajo de medidas en gran parte de la RM, esa tasa se encuentra alrededor del 20% y va gradualmente aumentando, según cifras de CBRE Chile. Esto confirma la idea de que actualmente las personas dependen más de las tecnologías que tienen a su alcance que de un lugar de trabajo físico.

En unos años más los empleadores tendrán que ofrecer una Red de Oficinas, con variadas ubicaciones geográficas, que tengan la flexibilidad necesaria para satisfacer las distintas necesidades personales y profesionales de todos sus colaboradores. Esto terminaría con la rigidez que limita a los trabajadores a un solo lugar y que les impone a ellos la carga de adaptar su vida al mismo, como el tráfico en la mañana, el gasto en el transporte, vivir relativamente cerca y el limitarse a trabajar siempre desde la misma ubicación geográfica.

CBRE prevé que en los próximos 10 años las oficinas satélites tendrán que ofrecer entornos y servicios que favorezcan la salud física y el bienestar psicológico de todos los trabajadores. Pero las buenas redes de oficinas del futuro harán lo mismo que hacen las buenas oficinas hoy en día: serán el centro neurálgico de los elementos y las experiencias humanas que la tecnología no puede proporcionar —relaciones, trabajo en equipo y cultura —.

 

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