La agricultura es una de las industrias más importantes del mundo y nadie puede discutirlo. Además de sus obvias ventajas que trae, se trata de una de las áreas laborales que mayor cantidad de empleos ofrece, siendo beneficiadas miles de personas por ello. Ella nos provee de alimentos, de condimentos para nuestros alimentos, exportaciones a países extranjeros y muchos más beneficios que pocos conocen.
Sin embargo, un aspecto que pocos conocen es el arduo trabajo que llevan a cabo sus admirables trabajadores quienes, en muchos casos, ponen en riesgo su salud física casi todos los días del año. No por nada los cascos, los pantalones, los guantes y los zapatos de seguridad son tan requeridos por los empleados del campo: después de todo se trata de métodos básicos para que los trabajadores se sientan y se encuentren más protegidos en su empleo.
Chile: un país agricultor por naturaleza
Para Chile, la agricultura es una industria esencial para mantener la estabilidad económica y social. Se trata de un área de trabajo que mantiene el desarrollo y el bienestar de la población. Dentro de este ámbito, en los últimos años, también se han sumado trabajadoras impecables al sector, por lo que no es extraño encontrar zapatos de seguridad para mujer dentro de las tiendas más cercanas a los campos y sus trabajadores.
La agricultura de Chile es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria del país. Mediante ella, este país provee a sus habitantes de un suministro estable y sostenible de alimentos, los cuales no pueden faltar a ninguna de las personas que residen en él. La diversa producción agrícola de Chile, que va desde frutas, verduras, granos, lácteos, carnes y pescados, se encarga de satisfacer las necesidades nutricionales de su gente, reduciendo así la necesidad de importar alimentos y garantizando el acceso a alimentos asequibles y de calidad.
Desde un punto de vista laboral, como indicamos anteriormente, la agricultura ofrece a los habitantes chilenos miles de puestos de trabajo, sobre todo en las áreas más rurales del país. Dichos empleos, sin embargo, se encuentran altamente regulados e inspeccionados para favorecer la salud y la integridad física de los trabajadores, por eso se les exige zapatos de seguridad livianos para hombre que aguantan mucho peso, o anti eléctricas.
Estos trabajos existen también porque Chile depende de forma muy profunda de su capacidad en el área de la agricultura, siendo una importante parte del porcentaje de su Producto Bruto Interno (o PBI). El gobierno no solo promueve la apertura de más puestos de trabajo, sino que también ofrece herramientas al agro para ayudar a reducir la pobreza en el país.
Otra de las grandes responsabilidades que tiene la industria agrícola con el país es custodiar y conservar su naturaleza y el medio ambiente. De hecho, la mayoría de las empresas que trabajan en áreas rurales se comprometieron a hacer uso de métodos agrícolas que sean sostenibles y orgánicos, que promuevan la conservación de la biodiversidad y eviten el uso de agentes dañinos en la tierra, tal y como los agroquímicos.
La identidad cultural de Chile también se encuentra representada por nuestra industria agrícola, ya que fomenta el turismo tanto local como extranjero. Un claro ejemplo de esto son los viñedos, los cuales reciben visitantes durante todos los meses del año que desean probar las delicias que salen de ellos. Esto ocurre mayormente en la región vitícola del Valle Central, generando altos ingresos e inspirando a la gente a hacer interesantes intercambios culturales.
El peso del vino en la agricultura y la sociedad chilena
Al hablar de la industria agrícola en Chile, es imposible no dedicarle un sentido apartado al vino y los beneficios que trajo al país. La viticultura se encargó de enriquecer a la nación tanto por los productos como por los empleos que les brinda una vida sana a miles de hombres y mujeres. En este sentido, la venta de zapatos de seguridad mujer livianos también se ha incrementado con este cambio.
El vino chileno es reconocido como uno de los más sabrosos del mundo y esto no es para nada extraño, después de todo somos el quinto mayor exportador de vino de todo el mundo superados, no por mucho, por gigantes como España, Italia y Francia. En Chile las cepas de uvas más cultivadas para la elaboración de los vinos son merlot, cabernet sauvignon, carmenere, syrah y chardonnay.
Aunque exportar vino es importante para nuestra economía, también los propios chilenos somos grandes bebedores de este elixir, que hasta no hace mucho era la bebida alcohólica más elegida antes que la cerveza. Afortunadamente, las cepas crecen en varias partes del país, produciendo una cantidad de litros suficientes para ser grandes exportadores y para abastecer a la población.
El documentalista conocido en YouTube como Ferrer Motion, afirma que en varias regiones de Chile, sobre todo en el caso de la región de O’Higgins, se dan las condiciones ideales para que se cumpla el concepto del “Terroir”. Esta es una manera de describir un lugar ideal para el crecimiento de las uvas gracias al suelo, la topografía del sitio, la biodiversidad y la climatología.
La seguridad en los empleos dentro de la industria agrícola
¿Qué derechos tienen los trabajadores agrícolas? ¿Qué obligaciones poseen sus empleadores? ¿Cuáles son las medidas que se toman para proteger la salud y la integridad física de los empleados en esta área? ¿Existe un reglamento que describa y especifique la necesidad de promover la seguridad y la higiene de ellos? ¿Es necesario que los empleados compren sus propios zapatos de seguridad en oferta?
En el año 1999, el Ministerio de Salud dictó el Decreto Supremo Nº594, el cual aprobó el Reglamento sobre Condiciones Sanitarias y Ambientales Básicas en los Lugares de Trabajo. Este se redactó específicamente para referenciar a las industrias “agrícolas, pecuarias y forestales a campo abierto”.
Este decreto, reza en el Centro de Consultas de la Dirección de Trabajo, “regula materias como, por ejemplo, sobre las condiciones que deben reunir los dormitorios de los trabajadores, entrega de equipamiento de uso personal para la protección de las inclemencias del tiempo”, como por ejemplo zapatos de seguridad dielectricos.
Dicho documento garantiza también la provisión de servicios sanitarios, comedores higiénicos, agua potable y la protección de todos los trabajadores si estos deben trabajar manipulando sustancias peligrosas y tóxicas.