MARIO DAVILA HERNANDEZ / AGENCIAUNO
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Se consolidó en el top 100, alcanzó su primera final ATP, ganó su primer partido en un Masters 1000 y en un Grand Slam. Pero lo que le faltaba a Nicolás Jarry (53° de mundo) para seguir marcando hitos en este 2018 era derribar a un top ten, algo que consiguió el pasado viernes al derrotar en un espectacular cotejo por 7-6 (5) y 7-6 (7) al austríaco Dominic Thiem, actual 8 del planeta, para avanzar a las semifinales del ATP 500 de Hamburgo, fase donde cayó ante el sorprendente georgiano Nikoloz Basilashvili.

Y uno que también hizo historia para el tenis nacional en más de una oportunidad, como Nicolás Massú, resalta lo hecho por la “Torre” en el certamen alemán, el mismo donde el viñamarino también venció a un top ten hace 13 años, el estadounidense Andy Roddick, tres del mundo en aquel momento y cuando el torneo era un Masters Series (actual Masters 1000).

“Estoy muy contento por él, ganarle al 8 del mundo en un torneo como Hamburgo es algo espectacular. Además, Dominic Thiem seguro está entre los tres mejores jugadores de arcilla en estos momentos. Fue finalista en Roland Garros y en torneos importantes ganados en los últimos dos años en polvo de ladrillo, está (Rafael) Nadal, (Alexander) Zverev y Thiem”, reconoce el actual capitán del equipo criollo de Copa Davis en diálogo con ATON Chile.

“Lo vi muy sólido, tomando la iniciativa, muy valiente en los momentos importantes, sacando bien, que es un arma muy importante en su tenis. Y también hay que pararse frente al 8 del mundo en arcilla, un jugador experimentado ya en esa superficie. Por eso, ‘Nico’ ya está para grandes cosas. Este año le ha ganado a jugadores que están dentro los 20 y ahora a uno que está entre los 10, por lo que le va a servir mucho para su confianza”, añade el doble campeón olímpico en Atenas 2004.

Sobre las sensaciones de batir a un rival ubicado en este selecto grupo, el “Vampiro” sostiene: “Le gané un par de veces a jugadores top ten (Tim Henman, Andy Roddick, Rainer Schuettler, Carlos Moyá, James Blake) y una vez que uno entra en ese ritmo de jugar semana a semana contra los mejores del mundo, obviamente uno agarra confianza. Cuando tienes 11 años, uno siempre sueña con ser top ten. Entonces, cuando le ganas a uno de ellos, sabes lo difícil que es estar ahí”.

Por último, sobre si Jarry puede llegar a la elite como Marcelo Ríos (1°), Fernando Gonzaléz (5°) y el propio viñamarino (9°), Massú dice: “A Nico hay que dejarlo jugar tranquilo. Tiene potencial, no tiene techo y puede llegar a la cima del tenis mundial. Llegará muy, pero muy arriba. Hoy los jugadores ya saben quién es ‘Nico’, tiene muy buena cabeza y seguramente nos va a seguir dando alegrías en los próximos años y ojalá que la salud lo mantenga ahí por mucho tiempo”.

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