El entrenador de los Golden State Warriors, Steve Kerr, no quiso responder preguntas sobre básquetbol en la conferencia de prensa previa al duelo entre su equipo y Dallas Mavericks (ganó Dallas por 119-109), y en su lugar, se descargó por el tiroteo que tuvo lugar en Texas y terminó con la vida de 19 niños y dos adultos.
Kerr entró visiblemente emocionado a la sala de conferencias y adelantó que no hablaría del partido de la final de la Conferencia Este. “Cualquier pregunta de baloncesto no importa”, comenzó diciendo.
“En los últimos 10 días, hemos tenido ancianos negros asesinados en un supermercado en Buffalo, hemos tenido feligreses asiáticos asesinados en el sur de California. Ahora tenemos niños asesinados en la escuela. ¿Cuándo vamos a hacer algo? Estoy muy cansado de subir aquí y dar el pésame a las familias devastadas que están ahí fuera”, añadió.
El entrenador también criticó la labor de los legisladores de Estados Unidos por bloquear los esfuerzos para avanzar en medidas de control de armas. “Estamos siendo rehenes de 50 senadores en Washington que se niegan incluso a someterlo a votación, a pesar de lo que queremos los estadounidenses. No lo votarán porque quieren aferrarse a su propio poder”, indicó.