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Con un espectacular ambiente en el Cardiff City Stadium, Gales logró imponerse por la cuenta mínima y aguantar un resultado positivo para volver a un Mundial luego de 64 años.

La única anotación del duelo fue el autogol de Andriy Yarmolenko ( 34′) tras un tiro libre de Gareth Bale. Pese a la victoria, fue Ucrania el equipo que domingó e intentó en gran parte del partido, pero una actuación espectacular de Wayne Hennessey frustró las aspiraciones ucranianas.

De esta forma Gales se instala en un nuevo Mundial tras Suecia 1958, donde llegó hasta los cuartos de final, y se unirá al grupo de Inglaterra, Irán y Estados Unidos.

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