Mike Tyson es considerado uno de los mejores boxeadores de la historia. El estadounidense, ex campeón mundial de pesos pesados, forjó una carrera extraordinaria, lo que le permitió conseguir una gran fortuna.
Sin embargo, sus excesos y sus problemas fuera del ring hicieron que derrochara lo adquirido gracias al deporte. Así lo reveló en conversación con el podcast The Pivot.
“Mi último millón de dólares lo gasté en mi rehabilitación porque de los 500 millones que aproximadamente hice como boxeador, no me quedó nada. Todo se fue en locuras y me duró entre 15 y 16 años, parecía muchísimo dinero pero eventualmente se acabó”, confesó.
Además, señaló que de haber mantenido su fortuna, se la habría heredado a sus ocho hijos. “Lo que les dejo es la enseñanza de trabajar duro y rezar mucho. No les ayudaría dejándoles dinero, les haría daño porque no les enseñaría a valerse por sí mismos, a sobreponerse a las adversidades y a ser trabajadores. Mimándolos con dinero se rendirían ante la primera adversidad”, completó.