Los estadios en el fútbol cada vez avanzan más y los que hay en Qatar son una muestra de ello. Recintos gigantes, glamurosos y con fecha de caducidad, algunos, son solo algunas de las particularidades. De hecho, en la etapa de octavos de final uno de ellos será desarmado.
Se trata del coloso 974, el cual está compuesto por la cantidad de containers que lleva su nombre y que será desmantelado luego del duelo entre Brasil y Corea del Sur de este lunes.
El recinto es un homenaje a la zona portuaria de Doha, pero que también se transformó en un hito, ya que es el primer estadio desmontable en la historia de los mundiales. Y luego de un poco más de dos semanas será desarmado.
La idea es que este sea ubicado en otro lado. De hecho, en un principio era que el estadio iba a ser instalado en un país africano, aunque en las últimas semanas apareció la moción de que rearme en Uruguay, esto con miras a la candidatura de los charrúas, junto a otros países, a organizar el Mundial 2030.
Pero el 974 no será el único que sufrirá modificaciones, sino que también será el Al Janoub. En su caso particular, tras el pitazo final del Japón-Croacia se disminuirá su capacidad de 40 mil espectadores a solo 20 mil. En total, Qatar ha prometido donar 170.000 asientos después de la gran final.