Una clase de fair play se vivió en la definición de los octavos de final de la Copa de Escocia, donde el Rangers se impuso por 3 a 2 ante el Partick Thistle. Es que el técnico de los locales obligó a sus jugadores a que se dejaran marcar un gol luego de una polémica jugada.
Mientras el partido en que ambos se jugaban la clasificación estaba igualado 1 a 1, el Rangers marcó de forma polémica. Es que el cuadro protestante sacó la pelota para que uno de sus jugadores fuera atendido por una lesión. Tras la revisión correspondiente, los jugadores rivales reanudaron el juego para devolver la posesión de la pelota.
Sin embargo, Malik Tillman no entendió la situación y robó la pelota a los defensores del Patrick Thistle para marcar el 2 a 1 a favor. Un hecho que encendió los ánimos dentro del terreno de juego.
Tra ponerse en ventaja, a un costado del terreno de juego el entrenador del Rangers, Michael Beale, conversó con algunos de sus jugadores y los instó a que se dejaran hacer el gol. Una expresión máxima de fair play.
Pese a la reticencia de algunos de sus dirigidos, el Rangers se dejó marcar el empate y los aplausos cayeron desde las tribunas, mientras que el DT rival se acercó a Beale para agradecerle el gesto.
Finalmente, el Rangers logró imponerse por 3 a 2 al minuto 86 luego de la anotación de James Sands, lo que significó en la clasificación de los azules a los cuartos de final de la Copa.