El capitán de la selección argentina, Lionel Messi, golpeó la mesa por la agresión de la policía brasileña contra los hinchas trasandinos tras los incidentes ocurridos en las tribunas del Estadio Maracaná.
En primer lugar, el atacante del Inter Miami valoró el histórico triunfo en tierras brasileñas. “Este equipo sigue haciendo historia… gran victoria en el Maracaná”, dijo en su cuenta de Instagram.
Sin embargo, apuntó que la victoria “quedará marcada por la represión a los argentinos una vez más en Brasil”.
“Esto no se puede tolerar, es una locura y se tiene que terminar ya”, completó Messi.