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Durante este miércoles el ex lateral del Barcelona Dani Alves declaró por tercera oportunidad por la denuncia de violación contra una joven en una discoteque de la ciudad condal. El brasilero está en pleno juicio que determinará su condena, tras un año en prisión preventiva.

Evidenció consumo de alcohol

“Quedé con mis amigos (tres) para irnos a comer a la Taberna del Clínic (local nocturno). Llegamos sobre las 14:30 horas. Al principio íbamos sólo a comer, pero hacía mucho tiempo que no nos veíamos y se largó hasta la una de la mañana. Pedimos cinco botellas de vino, una botella de whisky japonés“, comenzó su relato de lo ocurrido la noche del 30 de diciembre de 2022.

“Bebí dos botellas de vino y alguna copa de whisky. A la salida del restaurante fuimos al Nuba (otro negocio nocturno), estuvimos un rato tomando una ronda de gintonics. Cuando salimos de ahí recogimos el auto en el estacionamiento, conducía Bruno porque yo había bebido bastante y no podía conducir… Después del Nuba fuimos al Sutton (también local de fiesta) con Bruno (amigo). Llegamos sobre las 2:30 horas de la mañana“, añadió el ex futbolista brasilero.

Entonces, el ex seleccionado nacional de Brasil continuó con su relato: “Me acompañaron hasta la mesa seis… Solamente hay un baño pegado a la mesa seis. Soy un cliente frecuente de Sutton y siempre que esa mesa está disponible y así no tengo que cruzar la discoteca para ir… Llegamos al reservado, nos pusimos a beber y a bailar con Bruno durante un rato”.

“Primero vinieron dos jóvenes y estuvieron un rato ahí bailando, después invitaron a las tres, la denunciante y sus amigas. No estaban incómodas, para nada. Llegaron, nos empezaron a saludar. Empezó una conversación, nos movíamos, hablamos unos con otros. Soy una persona muy cercana, pero con respeto… Yo creo que sí sabían quién era”, explicó.

Dio detalles de su versión del “encuentro”

Acerca de la interacción dentro del local nocturno, Alves detalló que “Estuvimos bailando, interactuando. Estábamos ya más cercanos, empezó ella a bailar más pegada a mí, a rozar sus partes con la mía. Un baile típico de discoteca, perrear. Un baile un poco más pegado… Puso la mano para atrás y empezó a tocarme las partes“.

“Me dijo que sí para ir al baño, no tuve que insistir. Le avisé que yo iba primero al baño y me quedé un rato esperando, pensando que no iba a venir, que no quería. Y cuando abrí la puerta prácticamente me di con ella en la puerta. Cuando abrí la puerta prácticamente me doy con ella“, sostuvo sobre los hechos con la denunciante.

Se puso de rodillas delante mío y ella empezó a hacerme una felación (sexo oral). Me bajé los pantalones y me senté en la taza del lavabo (lavamanos). Yo estaba con la espalda pegada atrás. La felación fue prácticamente todo el coito (relación sexual). Después se sentó delante de mis piernas, cuando fui a eyacular y eyaculé fuera de su sexo… No la abofeteé, ni la tiré al suelo. No soy un hombre violento… No me dijo que no quería practicar sexo. En ningún momento ella me dijo que no quería ni nada”, añadió.

No volví a ver a la denunciante y sus amigas. Cuando salimos de la discoteca, había bebido demasiado. Mi esposa estaba durmiendo en la cama… Es lo mismo que he declarado en la segunda. En la primera no dije la felación porque pensé que mi mujer no me podía perdonar”, expresó antes de irrumpir en lágrimas que interrumpieron su relato.

Al reincorporarse, Alves dijo que “Me llegó la noticia que me estaban acusando de violación por la prensa. Se me vino el mundo encima… Estaba prácticamente arruinado porque me habían bloqueado la cuenta en Brasil y me habían roto todos los contratos”.

La versión de la Fiscalía

Según la Fiscalía, que expuso su versión una vez terminada la declaración del ex PSG, el relato de la víctima “es absolutamente creíble” y sostuvo que hay pruebas que corroboran dicho relato, el cual la víctima mantuvo en su declaración ante la policía y en el Hospital Clínic.

“La víctima nos explicó que accedió voluntariamente a ese lugar, aunque no sabía que era un baño. Ella se sentía culpable de haber entrado a ese lugar. Es un sentimiento habitual en víctimas como han dicho los forenses, cuando no merecen culpa alguna”, expuso el persecutor.

“Tuvimos muchísimas lagunas y es completamente normal en el recuerdo que mantiene una víctima por protección al recuerdo. Alves la cogió y acercó su boca a su pene. Explica que la penetró por detrás y eyaculó dentro y fuera. Fue muy valiente, lo ha sido a lo largo del procedimiento. Fue una mujer fuerte. Le propinó bofetadas en la cara cuando estaba en el suelo. Le dijo ‘di que eres mi putita'”, aseguró.

La afectada, según la fiscalía, “Explica que vivió una situación de terror. Se dejó ir, que termine como sea, que acabe, no puedo más. Su relato ha sido persistente, creíble y duro. Ha sido una situación complicada para la víctima”.

Lesiones físicas y tratamiento psiquiátrico

“Se han dado a conocer datos y ha habido filtraciones públicas. Se trata de una noche de fiesta y cuando uno va de fiesta va a divertirse. Cuando acceden a la zona reservada. Estuvo abrazada. Veo un baile normal de una mujer joven. No se ve que se besen. Todas nos hemos sentido incómodas en una zona de baile y no hemos salido despavoridas. Quizá acaba con un hombre baboso, pero en esta ocasión no acabó ahí“.

“El propio director de Sutton le dice al mozo que parece que hay una introducción de dedos o algo así. Da a entender que había habido algo más grave. No hay duda que no se trataba sólo de un acoso. Lo que dice la víctima en la cámara de los mozos es ‘me ha empezado a dar besos’ y ella quería marcharse. Puede que el señor Alves la besara a ella, no que se besaran. Si ella dice hasta aquí, es hasta aquí. No puede continuar él sólo sin que ella”, continúa el relato.

“Le dieron igual sus súplicas. La agarró del suelo, la lanzó al suelo, le tuvo que dar varias bofetadas. Difícilmente puede haber una confusión en esa situación… Que no tenga lesiones vaginales en la práctica habitual que nos encontramos no es la primera ni desgraciadamente será la última en la que no hay lesiones vaginales“.

“Es algo circunstancial, lo mismo en cuanto si hay lubricación o no. Ella explica que le suplicaba irse y él ejerció violencia. Bofetadas y agarrarle del pelo. La lesión de la rodilla coincide con su versión. Han dejado muy claro que requiere de un mínimo impacto por el tipo de lesión que examinó el forense, tanto en el Hospital Clínic como por la cicatriz”.

“Queda plenamente acreditado que sufre estrés postraumático. El hecho de que no decida tomarse una medicación o que podía solventarlo sin necesidad de médicos… A día de hoy acude a un psiquiatra”, sentenció.

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