El Chelsea atraviesa por un complejo momento. Las sanciones impuestos por el Gobierno británico y la Unión Europea a Roman Abramovich por la invasión rusa a Ucrania mantiene congelado sus activos y también los del club.
Por ello, la venta de los Blues está suspendida y actualmente solo pueden gastar 25 mil euros por viaje. Tampoco pueden generar ingresos por marchandising, operaciones, renovar jugadores o vender entradas.
Así, uno de los grandes problemas del Chelsea de cara al duelo ante el Real Madrid está fuera de la cancha. Los aficionados del Chelsea cuentan con un abono para los 19 partidos de local en la Premier League, por ello los partidos se siguen jugando a estadio lleno pese a la prohibición de vender entradas.
Sin embargo, en la Champions no rige ese abono, por lo que los fanáticos desembolsan alrededor de 30 euros por partido para asistir a Stamford Bridge. Algo que no pueden hacer en la situación en la que se encuentra el club.
En los cuartos de final de la FA Cup ante el Middlesbrough el Chelsea le pidió a la Federación jugar a puertas cerradas ante la imposibilidad de jugar con sus hinchas (y así no enfrentar el partido solo con aficionados visitantes), pero esto fue descartado. ¿Harán la misma solicitud a la UEFA para jugar a sin hinchas ante el Real Madrid? Lo cierto es que los Blues ya tienen su primer problema para enfrentar a los merengues.