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La noticia de que el aún dueño del Chelsea, Roman Abramovich, sufriera síntomas de envenenamiento luego de participar en una reunión en Kiev a inicios de marzo remecieron a Europa.

El magnate ruso, cercano a Vladimir Putin, estuvo en la capital de Ucrania como mediador por la paz entre ambos países en guerra. Allí, según reveló Wall Street Journal, Abramovich habría padecido síntomas de envenenamiento.

Sin embargo, varios medios turcos han desvelado que la intoxicación sufrida por el oligarca ruso se debió a que un bote de gas que estalló en su paso por Kiev y no a un envenenamiento.

Tanto la cadena CNNTürk como el diario digital Habertürk señalaron que los síntomas de quemazón en la piel y los ojos sufridos por Abramovich fueron causados por un bote de gas que estalló cerca suyo cuando abandonaba una reunión.

Pese a que no detallaron la fuente de la información, los medios turcos especificaron que tras reunirse con el presidente ucraniano Velodímir Zelenski y el diputado Rustem Umerov, Abramovich salió del edificio donde se celebró la reunión y un bote de gas estalló a su paso y al de sus tres acompañantes.

Esto provocó síntomas de quemazón y la pérdida momentánea de la visión, precisó Habertürk. Luego de lo ocurrido, el dueño del Chelsea fue llevado inmediatamente en avión a la localidad de Ankara, donde fue tratado en el hospital central pública, donde su visita se mantuvo en secreto.

El diario Habertürk indica que no se sabe con certeza si lo ocurrido con el bote de gas fue fortuito o provocado con el objetivo de interferir en las negociaciones. Pese a ello, Abrahamovich ha seguido participando de las negociaciones como miembro de la delegación rusa.

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