Presidente de la SNA Ricardo Ariztía
Agencia Uno
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El presidente de la Sociedad Nacional Agricultura (SNA), Ricardo Ariztía, solicitó un análisis más profundo a los proyectos de reducción de jornada laboral presentados por el Gobierno y por la diputada Camila Vallejo (PC), ya que ambos ponen en riesgo miles de puestos de trabajos.

En entrevista con “La Mirada Líbero” de Agricultura, el líder del gremio manifestó que “no nos gusta ninguno de los dos (proyectos)” porque “no es relevante esa hora adicional donde podemos discutir si de verdad hay flexibilidad o no”. Según afirmó, “el problema es más de fondo”.

Ariztía sostuvo que “parece que aquí hubo una improvisación en un tema tan complejo como es la reducción de jornada, donde se discute la pérdida de empleo, en el mejor de los casos, en torno a 170 y 180 mil puestos de trabajo, y si es más negativo nos vamos a los 400 mil puestos de trabajo”.

Además, apuntó que en la agricultura el tema debe ser tratado distinto al existir otro proceso productivo diferente a otras actividades, por ello “obviamente nos sentimos complicados”. Advirtió que si existe problema en la contratación de mano de obra la tendencia será la mecanización. “Cuando pasa ese tipo de cosas, el que paga la mayor cuenta son los propios trabajadores”, aseguró.

Agregó que “cuando se encarece mucho el trabajo, el inversionista busca la alternativa de mecanización, no le queda otra” para mantenerse competitivos “con países de nuestro propio hemisferio que trabaja 45 e incluso 48 horas, y por lo tanto tienen una productividad mayor a la nuestra”. 

El presidente de la SNA aprovechó de reiterar sus declaraciones sobre que “cultura laboral no tenemos, porque lo primero que se hace cuando se propone rebajar horas, hay una mayoría total, y cuando uno ve la actividad diaria de los campos, todo está relacionado a trabajar menos: una hora para esto, una hora para otra cosa, todo asociado a que se crea la imagen de exceso de trabajo”.

Por último, frente a los proyectos dijo que “no podemos estar en un gallito o una forma de jugar con el país con algo tan importante como reducir los horarios de trabajo” y que lo principal es preocuparse sobre la productividad.

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