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Estos enólogos están investigando variedades y técnicas antiguas a medida que se alejan del estilo internacional.

Bodega vinoCansados de hacer vino al estilo internacional, los De Martinos recorrieron el país buscando las embarcaciones terracota que los españoles usaban para añejar el vino. Encontraron 144, de las cuales ahora usan 80 para hacer Cinsault, una variedad de rojo del Valle Rhone de Francia, y Moscatel de Alejandría, una uva blanca añejada en la piel al estilo conocido como vino naranja. Las uvas vienen de viñedos empinados y pedregosos en el Valle de Itata, donde los españoles plantaron cepas por primera vez mas de 450 años atrás.

“Las nuevas generaciones están interesadas en bajar al sur y conseguir estos viejos viñedos, que nunca han sido rociados y en los que no se puede trabajar con máquinas”, dijo Sebastian De Martino, que es parte de una cuarta generación de una familia que se mudó a Chile desde Italia en 1934. “Es bastante vieja escuela. Estamos yendo hacia atrás para recuperar esas tradiciones”.

De Martino es parte de un grupo de bodegas llamadas Vignadores de Carignan. Estas bodegas, todas etiquetadas “Vigno” son viejos viñedos de la uva caringnan, que fueron traídas a Chile hace un siglo para añadir color a vinos básicos. Los vinos Vigno tienden a ser vibrantes e impredecibles, mas que pulidos y sofisticados como los principales Cabernet.

Y en sus series Legado y Estate, los De Martinos todavía siguen el modelo Bordeaux de vinos rojos, pero ellos también se han alejado del estilo internacional. Dejaron de comprar nuevos barriles de caoba y prefirieron grandes barriles que permitían que el vino mostrarar su pureza, dijo De Martino. También están recogiendo la cosecha antes para evitar exceso de alcohol en el vino.

Hace algunos años, los hermanos Julio y Juan Bouchon tomaron las riendas de la bodega J. Bouchon de su padre, Julio Sr., y se embarcaron en un programa de “vinicultura de precision”. Esta técnica, prevaleciente en Bordeaux y en los Estados Unidos, involucra análisis extensivos de suelos de viñedos para comparar con terrenos de cepas. Una vez mas esta técnica moderna direccionó el camino hacia el pasado.

“Nuestros viñedos mas viejos, en el Valle de Maule, tienen montones de granito, para nada parecido a la grava de Bordeaux, arcilla y cáliz”, me dijo el jóven Julio Bouchon. “Por lo que decidimos enfocarnos en variedades locales”.

Esos eran Pais y Semillom, plantados mucho después por los enólogos franceses para mezclar con el Pais y añadirle acidez. Bouchon es parte de un pequeño grupo de bodegas trabajando para promocionar Semillon, así como con Vigno y Carignan.

Los Bouchons hacen varias botellas fascinantes de Pais, incluyendo uno llamado Pais Salvaje, hecho por primera vez en 2015. Este vino es cosechado de cepas salvajes creciendo en las orillas del camino cerca de los viñedos cultivados de Bouchon en Maule, mayormente exprimidas a mano y fermentadas sin levadura añadida o filtración.

Bouchon se anima discutiendo el esfuerzo “de vuelta al futuro” de su familia. “Podemos sobrevivir con cabernet sauvignon en el mercado”, dijo. “Pero mi corazón y mi alma están con el Pais, Carigman y Semillon”.

Fuente: El Tiempo Latino

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