Hoy se inició la primavera, que se proyecta con temperaturas más cálidas que las habituales para la estación. Y lo hace precedida de un invierno que, según los datos oficiales, fue uno de los más secos en la Región Metropolitana desde que hay registro, según consigna El Mercurio.
En la Dirección Meteorológica de Chile, un análisis del especialista Diego Campos, de la Oficina de Servicios Climáticos de la institución, detalla que las precipitaciones estuvieron muy por debajo de lo normal, pues en ‘Santiago llovieron 41,4 milímetros en todo el invierno, cuando lo normal es que lluevan unos 210 mm’.
Considerando los meses completos de junio, julio y agosto, y no la medición astronómica de la estación, el meteorólogo cifra un déficit en torno al 80%.
Tomando en cuenta desde 1950, dice Campos, el invierno de 2021 es el tercer peor año en cuanto a precipitaciones en la capital, ‘superado solo por 1968 (22,3 mm) y 1998 (23,4 mm). Si se amplía la mirada, hasta 1914, este es el cuarto peor año, ya que en 1924 cayeron solo 37,5 mm’.
Respecto de las temperaturas, el invierno estuvo marcado por ‘las fuertes anomalías positivas de la máxima y las fuertes anomalías negativas de la mínima. Es decir, una gran amplitud térmica. La temperatura máxima promedió 18,5 ºC (cuando lo normal es 16 ºC), provocando que este 2021 fuese el invierno más cálido en el registro desde 1950’.
El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, quien ayer revisó el funcionamiento de aguas servidas de la planta La Farfana, en Maipú, dice que ‘en 2020, a la misma fecha, se registraban 188 mm de precipitación, y en un año normal la precipitación alcanza 321 mm. Si no llueve más en lo que resta del año, 2021 se posiciona como el cuarto año más seco del registro’.
Coinciden los expertos. Según el académico Patricio González, del Centro de Investigaciones y Transferencia en Riego y Agroclimatología (Citra) de la U. de Talca, en el caso de Santiago, si se considera que la lluvia efectiva para la agricultura es aquella que se acumula desde mayo a agosto, ‘2021 es el cuarto invierno más seco en 120 años de registro: 2019 es el quinto más deficitario’.
Raúl Cordero, climatólogo de la U. de Santiago, plantea que ‘el problema principal lo tienen en las zonas rurales, que es donde el tema de la sequía ha golpeado en particular. Es a los habitantes, sobre todo a los más vulnerables, que este tipo de sequía intensa los daña’.
Añade que en el caso de las ciudades, la buena gestión en los embalses permite que la escasez ‘no haya tenido todavía un impacto mayor, pero por lo mismo es necesario aumentar este tipo de infraestructura’.
Mientras que Héctor Jorquera, investigador de Medio Ambiente del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus) de la UC, apunta que ‘al ser un año más seco significa que no han llegado frentes de precipitación a la Región Metropolitana, lo que trae consigo que no se ha limpiado el aire y, por lo tanto, hemos tenido más episodios críticos por la contaminación’.
Primavera
Sobre proyecciones para la primavera, Campos plantea que ‘en Santiago se esperan precipitaciones por debajo de lo normal, continuando con lo observado en invierno, y también una amplitud térmica grande, es decir, mínimas por debajo del promedio y máximas por sobre el promedio’.
Cordero comenta que el año seguirá caluroso porque estará marcado ‘por el arribo del fenómeno de La Niña, que se asocia a bajas precipitaciones y temperaturas más altas’.